Javier y Joaquín Izquierdo, hermanos y socios del Mesón El Viso, con las medidas de seguridad en su establecimiento.BC
Burgaleses ante el coronavirus
«Trabajamos al 50% en el mesón pero esperamos que en verano la gente se anime más»
JAVIER IZQUIERDO, PROPIETARIO DEL MESÓN EL VISO DE GUMIEL DEL MERCADO ·
El hostelero vive con incertidumbre la llegada del verano en Gumiel de Mercado y no sabe cuándo podrán recibir visitas de los enoturistas, que son la mayoría de su público
La hostelería es uno de los sectores más golpeados por la crisis del coronavirus, hace solo dos semanas reiniciarion su actividad en la primera fase de la «desescalada» con duras restricciones que garantizan la seguridad para clientes y empleados. En pleno confinamiento Javier Izquierdo, propietario del Mesón El Viso ubicado en Gumiel de Mercado, relataba para BUROSconecta su experiencia. Contemplaba la siutación con incertidumbre, una sensación que continúa teniendo a día de hoy, cuando la provincia está a punto de entrar en la fase 2. Ahora explica cómo ha reabierto sus puertas en este municipio ribereño.
«Hemos arrancado con un 50% de clientes y los días son tranquilos», reconoce Izquierdo que se ha reincorporado junto a otras tres personas, «normalmente somos seis, pero ahora estamos sacándolo entre cuatro y ojalá estuviésemos ya todos, porque significaría que hay movimiento«, confiesa. El motivo de esta tranquilidad se debe, según este hostelero, a que mucha gente »no sabe que hemos abierto por un lado y por otro a que aún hay quien tiene mucho miedo a estar en un bar«.
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Hasta el momento, lo que más demandan los clientes es la comida para llevar, aunque dentro del local, «está tranquilo, sí que viene gente de otros pueblos y desde Aranda, pero nosotros trabajamos mucho con los turistas y no sabemos cuándo se podrán mover de provincia«. Izquierdo considera que, »cuando la gente vaya perdiendo el miedo, saldrán más también a los restaurantes«. En este sentido, afirma que la vuelta al mesón ha sido más o menos como se imaginaba, »no sabíamos muy bien cómo había que rebrir y ha sido un inicio tranquilo, pero había que empezar«, señala.
En su mesón cumplen escrupulosamente con todas las medidas de seguridad higiénico-sanitarias. Izquierdo señala que, de los dos comedores que hay en su establecimiento, solo han habiltado uno: «Hemos quitado mesas para que tengan la separación de dos metros y en el interior del local solo podemos llenar el aforo un 40%«. Además, todo el personal trabaja con mascarilla y hay geles hidroalcohólicos disponibles para todo el personal. Entre los cambios que se han producido, Izquierdo enumera que »la mantelería es de usar y tirar, aceite, sal, o salsas en monodosis, no hay carta ni servilletero disponibles, la carta está en la entrada del comedor para que los clientes le hagan una foto y la miren desde el móvil en la mesa«. Y no solo eso, el gerente del mesón asegura que »desinfectan contínuamente«. Todo ello para garantizar un espacio seguro para el público y para los propios trabajadores.
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