Secciones
Servicios
Destacamos
El temporal 'Filomena' ha perpetrado una matanza verde especialmente cruenta en Madrid. Incapaces de soportar el peso de la nieve, muchos árboles han visto cómo sus ramas se tronchaban o sencillamente su tronco se partía en dos. Es pronto aún para saber la magnitud del ... desastre, pero el Ayuntamiento calcula que 150.000 ejemplares de los 800.000 que se encuentran en zonas verdes y el eje viario de la capital han quedado dañados, lo que supone un 20% del conjunto. La catástrofe sobre la masa arbórea se ha sentido con especial intensidad en la Casa de Campo.
«La nevada ha sido la covid de los árboles. Estos están acostumbrados a un peso, a una nevada de 20 centímetros cada dos o tres años, pero con una precipitación tan copiosa se rompen, porque no han generado la madera suficiente para poder defenderse», explica el jefe de la Unidad de Arboricultura en Real Jardín Botánico-CSIC de Madrid, Mariano Sánchez.
Estos días los trabajadores encargados de conservar las zonas verdes retiran al día una media de 325 árboles. Por ahora, a causa de la nieve acumulada, no se pueden realizar trabajos de poda. El personal de limpieza se afana en retirar ramas que con el viento pueden caer al suelo y quitar la nieve que se ha incrustado en oquedades. Esta nieve, al helarse, produce el efecto de una cuña y en ocasiones da lugar a que el árbol se quiebre. Se aprecia en muchos aligustres tronchados, muy extendidos en Madrid.
Noticia Relacionada
Los especies perennifolias, las que tienen hojas en invierno, como pinos, cedros y aligustres, han retenido la nieve y padecido el estropicio causado por un peso insoportable. En cambio, los caducifolios, que carecen de hojas, han resistido mejor el embate.
Juan García Vicente, portavoz de Ecologistas en Acción, asegura que el menoscabo ocasionado por esta nevada, que ha dejado caer 50 litros de nieve por metro cuadrado, ha ocasionado desperfectos lógicos e inevitables en el arbolado, que no está acostumbrado a este tipo de precipitaciones. Con todo, la organización cree conveniente evaluar los déficits de que adolece la gestión de los árboles. «Es preciso estudiar las especies que tenemos en Madrid y seleccionar las más adecuadas al cambio climático», argumenta el dirigente ecologista. En el mismo sentido, Sánchez aboga por experimentar con la plantación de especies de la zona mediterránea de Australia, Sudáfrica, Chile y California, como hayas del sur y araucarias, para que arraiguen en España, a la vista de que el clima va a ser más seco en verano y con lluvias más potentes en otoño.
Una poda inadecuada puede redundar en desbaratar la salud del árbol. «Cuando se hacen podas, se infligen heridas al árbol, de modo que puede ocurrir que la base de rama se pudra, con lo que no puede soportar los mismos kilos que si estuviese sana», arguye Sánchez.
En la zona más próxima al Puente de los Franceses de la casa de Campo el paisaje es desolador. Pinos y encinas se han fracturado y el maltrecho ramaje ha quedado en parte sepultado por la nieve.
Fuentes municipales califican de «catastrófica» la destrucción de árboles y sostienen que necesitan más tiempo para evaluar los daños. «Vamos a contratar más medios para reducir los riesgos al máximo», dicen en Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid. Por ahora no se ha hecho un estudio a fondo de los perjuicios ocasionados por el temporal en parques históricos como El Retiro, los jardines de Sabatini y de Cecilio Rodríguez, la rosaleda del parque del Oeste, así como Fuente del Berro.
Organizaciones conservacionistas como Arriba las Ramas, la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (Arba) o la Mesa del Árbol de Carabanchel hicieron público un comunicado en el que denuncian que los árboles no están preparados para este tipo de eventos extremos, sobre todo cuando están «están debilitados por años de maltrato». «Sistemas radiculares débiles, podas irracionales y malas plantaciones no ayudan a su fortaleza y estabilidad», aducen. Reclaman además que la retirada de ejemplares se haga de forma «profesional y correcta», al tiempo que subrayan que las especies vegetales absorben CO2 y aportan oxígeno. «Suavizan las temperaturas tanto en verano como en invierno, frenan la escorrentía y nos ayudan a aprovechar el agua, son el hogar de la fauna que habita en las ciudades... y un sin fin de beneficios de los que nos aprovechamos aunque no seamos siquiera conscientes de ellos», concluyen.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.