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Juan José Millás y Juan Luis Arsuaga. PCR
«Para la supervivencia de la especie humana, las principales amenazas son un meteorito y el arsenal nuclear»

«Para la supervivencia de la especie humana, las principales amenazas son un meteorito y el arsenal nuclear»

Juan Luis Arsuaga y Juan José Millás ·

Paleontólogo y escritor debaten sobe la muerte, el proceso de envejecimiento y las enfermedades en su último trabajo conjunto, 'La muerte contada por un sapiens a un neandertal'

Viernes, 4 de marzo 2022, 07:11

De sapiens a neandertal, de la vida a la muerte. Juan José Millás y Juan Luis Arsuaga vuelven a sentarse frente a frente, metafóricamente hablando, para debatir sobre la muerte, el envejecimiento, la vejez, las enfermedades y la evolución de la especie humana. El escrito ... y el paleontólogo presentaron este jueves, en el Museo de la Evolución Humana, 'La muerte contada por un sapiens a un neandertal', la continuación de 'la vida', que atrapó a miles de lectores con su sentido del humor y su clarividencia.

-Los seres humanos tenemos una relación complicada con la muerte. Nos cuesta hablar de envejecer y de morir. ¿Somos demasiado emocionales y poco racionales a la hora de asumir nuestro envejecimiento y la muerte como especie?

Millás: La muerte no es muy racional. Cada uno pensamos para nosotros mismos que se mueren todos pero que a nosotros se nos arreglará de algún modo. Al menos, durante algunos años de la vida. Y es que la idea de que nacemos para morir es muy irracional. Que en el momento de nacer ya estamos iniciando el camino hacia la muerte es muy irracional y antiintuitivo. De hecho, los niños no entienden la muerte. Los adultos la vamos comprendiendo a base de ver la estadística porque, a lo largo de la historia de la humanidad, no se sabe de nadie que no se haya muerto, lo vamos aceptando. Pero es una aceptación difícil porque va en contra del espíritu de supervivencia.

-Pero cumplimos una tarea evolutiva. Nacemos, nos reproducimos y morimos

Arsuaga: No cumplimos nada, lo que pasa es que nos morimos y ya está. A lo mejor nos morimos porque nos come un león. Si quiere decir que cumplimos con la alimentación del león… pero es que ese sentimiento, el de que se cumple una tarea, no existe en biología. En general, en la ciencia… Los planetas no gravitan alrededor del sol para cumplir una tarea, simplemente hay una fuerza de la gravedad. La idea de que cumplimos una tarea, si sirve de consuelo, está bien, pero no hay una tarea de cumplir. Y para quién, quién se beneficia, qué consigo a cambio. La muerte humana a quién beneficia…

«La idea de que nacemos para morir es muy irracional»

Juan José Millás

-Es el caso del ser humano, pero del resto de las especies. No hay ninguna inmortal

Los minerales, que están aquí desde hace cuatro mil millones de años. Y la vida, que es casi tan antigua como el planeta, pero no los individuos.

-En este sentido, en el libro se hace referencia a que la evolución no tiene propósito pero, sí que está en la base de la teoría del descarte, ir haciendo una selección natural para dejar la mejor parte de la especie, la que mejor se adapte

Arsuaga: en bilogía no hay mejor ni peor. La selección natural selecciona a los mejores guepardos, no a los mejores en absoluto, porque ser guepardo no es mejor que ser elefante. Los que viven y se reproducen son los mejores guepardos, sea lo que sea ser un guepardo. Y la selección natural produce las mejores gacelas. No hay una especie mejor o peor que otra, solo el ser humano se ha creído, por el relato bíblico, que es superior al resto de criaturas. Y el ser humano urbano del siglo XXI, el de Altamira no creo que se sintiera mejor que nadie, simplemente se limitaba a sobrevivir. Lo que hace la selección es que las gacelas sean mejores gacelas, los leones, mejores leones, los salmones, mejores salmones y los humanos, mejores humanos. No hay mejor absoluto.

-El ser humano se ha creído mejor, pero la pandemia, ¿nos tendría que haber ayudado a entender que no somos los mejores y, tal vez, una especie débil?

Millás: La historia dice lo contrario. Nos hemos enseñoreado, hemos dominado la tierra. Somos más fuertes que los animales más fuertes, porque somos más listos. Nos hemos extendido por toda la tierra. No sé dónde estaría esa debilidad, quizás un exceso de fortaleza porque estamos a punto de acabar con todos los recursos naturales.

-La cuestión planteada es si nos hemos excedido en el desarrollo científico y tecnológico, tal vez, para hacernos vulnerables, en este caso, a un virus

Arsuaga: Lo que hemos demostrado es que somos muy fuertes. Ante un virus bastante letal, hemos desarrollado vacunas. Esto no pasó cuando la gripe española. Lo que hemos demostrado es nuestra fortaleza. El individuo es frágil, es contingente. Nuestras debilidades son de otro tipo, pero no en cuanto a nuestra capacidad técnica. La ciencia nos hace más fuertes, aunque nos permite también fabricar armas. Pero en relación con el mundo natural, en nuestra lucha contra la naturaleza y sus peligros, ya no se puede considerar una amenaza, más allá de un meteorito…

«No hay una especie mejor o peor que otra, solo el ser humano se ha creído, por el relato bíblico, que es superior al resto de criaturas»

Juan Luis Arsuaga

-Habla de que tenemos otras debilidades, ¿cuáles son?

Arsuaga: que nos tiramos bombas atómicas unos a otros.

-Que ahí se pone en cuestión que hayamos evolucionado como seres humanos. Que en pleno siglo XXI estemos en una guerra como la que se está viviendo en Ucrania es irracional

Millás: No sé si todas las guerras son irracionales, no estoy seguro, pero no es lo más deseable. Esta guerra es muy indeseable porque se parece demasiado a las guerras del siglo XX. Las imágenes que estamos viendo, de gente desplazada, las trincheras, los niños, el frío, el hambre… las guerras tienen dos contabilidades. La contabilidad del libro mayor y la contabilidad del libro menor. En la contabilidad del libro mayor están los grandes discursos geopolíticos y, luego, en el libro menor está la calderilla, que es lo que más me interesa, porque son los jóvenes muertos en las trincheras, los ataúdes que vuelven a casa, los bebés que pasan hambre, las mujeres huyendo por la carretera, los ancianos arrastrando bultos. Esa es la calderilla de las guerras y es un desastre.

-Nos resistimos a la muerte y también nos resistimos a envejecer, a cumplir años

Arsuaga: porque a nadie le gusta ir en silla de ruedas… La gente no se plantea la eternidad, lo que quiere es que no le duelan los juanetes, o las muelas. Luego puedes hacer una reflexión más filosófica, pero en general la gente no está preocupada por la eternidad, sino por el dolor de cadera, la artrosis, la osteoporosis, el dolor de cabeza, no digamos ya por el cáncer… Millás explica que, mientras esté activo, le da lo mismo envejecer. A mí también, mientras pueda hacer mi vida. Estamos preocupados por una serie de enfermedades que aparecen en las edades tardías, por alguna razón, y es un problema de la biología. A la gente no le preocupa tanto la eternidad como los trastornos que sufres con la edad.

-Por eso, a medida que somos más longevos, hemos ido retrasando la edad en la que nos consideramos viejos

Millás: la medicina ha progresado mucho. A mi edad, mucha gente tiene cataratas. Antes se quedaba ciega, pero ahora se operan. O se rompe una cadera y no se queda ya inválida. Se toman pastillas de la tensión y antes se moría mucha gente de una subida de tensión. Se toman pastillas para el colesterol… No solo hemos alargado la vida, sino también la calidad de vida, pero eso tiene un límite. Hemos alargado la vida pero no tanto las buenas condiciones de vida. Si vamos a las residencias, en muchos casos, la decrepitud es grande, los grados de dependencia, enormes… Ahí es donde uno se plantea hasta qué punto merecer la pena ese alargamiento. Cuando desaparecen las cosas que dan sentido a la vida de uno, no sé hasta qué punto merece la pena seguir viviendo.

«Cuando desaparecen las cosas que dan sentido a la vida de uno, no sé hasta qué punto merece la pena seguir viviendo»

Juan José Millás

-Y parece que, si nos dejaran elegir, nos gustaría morir antes de llegar a esa situación de gran dependencia

Millás: por eso en las encuestas sobre la eutanasia, el 70% de la gente decía estar a favor. Lo hacemos por piedad por nuestras mascotas, cómo no lo vamos a hacer por nosotros

-¿Creen que, como sociedad, hemos gestionado bien la pandemia? Porque a veces tengo la sensación de que lo hemos reducido a todo a números, de contagios, de muertos

Arsuaga: los números están bien, está bien cuantificar las cosas. Igual que utilizamos el termómetro para ver qué temperatura hace. Nos preocupa si hace calor o frío, el mercurio no sufre. No creo que lo hayamos reducido a números. La gente ha padecido la pandemia y ha sido muy consciente. Y como había tan información, todo el mundo sabía lo que ocurría aquí y en Italia. Y esta pandemia no tenía precedentes, porque anteriormente la gente se moría y no ocurría nada. Pero en términos generales, y en el titular corto, a mí me parece que lo hemos gestionado bien. La sociedad ha entendido los problemas, se ha confinado cuando se le ha dicho, ha seguido las normas, nos hemos puesto la vacuna y no se puede pedir más a la gente. Ha habido un grado de solidaridad satisfactorio. De esta pandemia yo no salgo diciendo, qué horror la especie humana. No me gusta confundir la excepción con la regla. Y muchas veces la información que se da se centra en la excepción. Y es una epidemia con unas características muy especiales, hemos tenido que aprender sobre la marcha (no sabíamos cómo se transmitía…)

Millás. Sí, en líneas generales, es evidente. Se ha sacado una vacuna en un tiempo récord. Ha habido episodios puntuales como lo que ocurrió en Madrid en algunas residencias de ancianos, y es posible que algunos de esos casos acaben en la justicia. Pero, una pandemia de orden mundial, en un mundo globalizado, que esté resulta en dos años, es un éxito para la especie.

-¿Y la gestión política?

Millás. Pasa lo mismo, ha habido fallos, pero la cosa ha ido bien porque la gestión política ha sido buena. Ha habido errores, y a lo mejor son muchos, pero seguirán siendo pocos con relación al éxito global.

«De esta pandemia yo no salgo diciendo, qué horror la especie humana»

JUan Luis arsuaga

-Al menos en esta ocasión ha habido una protección del estado, del sistema, a los ciudadanos, lo que no ha ocurrido en epidemias anteriores

Arsuaga: veo progreso de la humanidad. Hay que darse cuenta de que, hace dos años, no conocíamos su genoma, que se secuenció en cuestión de días. Luego hay problemas de gestión, podemos hablar de la industria farmacéutica, que es la que produce las vacunas. Son empresas privadas y de eso también tenemos que sacar lecciones. Una de las cosas que me parece que es mejorable es que no ha habido una respuesta europea al problema, sino nacional.

-Hablando de la guerra en Ucrania, ¿corremos el riesgo auto extinguirnos?

Millás: claro que corremos ese riesgo. Tenemos cosas muy buenas pero también una capacidad de autodestrucción muy grande. Tenemos el cambio climático al lado y parece que no nos hemos dado cuenta pero hay millones de habitantes que lo están sufriendo. La posibilidad de que la especie desaparezca por méritos propios existe, no sé si sería una catástrofe, quizás no, quizás para el resto de la naturaleza sea bueno. Es posible que sobre el instinto de vida acabara venciendo el instinto de destrucción y no seamos capaces de deternos en esta carrera de superpoblación, somos esquiladores de los recursos naturales. No sería raro.

«Es posible que la especie humana desaparezca por méritos propios, no sé si sería una catástrofe»

JUan José Millás

-¿En su experiencia, Arsuaga?

Es muy interesante. Durante la pandemia, yo me hacía la siguiente reflexión. Nos hemos olvidado del arsenal nuclear, que era la gran preocupación cuando nosotros éramos jóvenes. El holocausto nuclear era el peligro que amenaza a la humanidad. Luego llegó el cambio climático, la pandemia. Hablamos de meteoritos, volcanes, tsunamis... pero el gran peligro que amenaza a la humanidad como civilización es el arsenal nuclear, que puede destruir varias veces la especie humana. Me llamaba la atención que nadie hablase ya del arsenal nuclear. Se acabó la guerra fría y nos hemos olvidado, por completo, hasta ahora. Objetivamente hablando, visto con el telescopio de un extraterrestre, la principal amenaza para la humanidad es el arsenal nuclear. Y luego, muy lejos, viene lo demás.

En Europa hay misiles con cabezas nucleares en Rusia, Estados Unidos en sus bases, Francia e Inglaterra. En un solo continente. Para la supervivencia de la especie humana, las principales amenazas son un meteorito y el arsenal nuclear. Ojalá que el cambio climático siga siendo nuestra principal preocupación.

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