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El siglo XVIII fue un momento clave en la monarquía francesa. La crisis económica y social que dominaba el país en aquella época, sumado al carácter derrochador que definía a la reina María Antonieta, desembocaron en la Revolución Francesa. Y en ese convulso cambio de régimen tuvo un papel clave un collar, confeccionado con 500 diamantes, que ha sido subastado por 4,8 millones de dólares- 4,5 millones de euros-, más del doble de su valor estimado.
Durante varios minutos, siete personas estuvieron pujando para poder hacerse con la que era considerada como la estrella de la subasta de joyas reales y nobles de la casa Sotheby's en Ginebra. Sin embargo, esta pelea monetaria terminó tras la aparición de un comprador anónimo, momento en el que ofreció una suma de dinero que nadie pudo mejorar.
Aunque «no se tiene constancia del origen exacto de esta joya», según reconocen desde Sotheby's, existen diferentes teorías. Una de las más extendidas es que se trata de una collar que adquirieron Jeanne Valois De la Motta, una peligrosa estafadora; y el obispo de Estrasburgo, el cardenal Rohan, el clero más ingenuo de toda la historia; en nombre de María Antonieta. Una alhaja que, según parece, costó cerca de 2 millones de libras.
El juego de nombres que hicieron estas dos personas llevaron a un enfado absoluto por parte de la sociedad francesa de aquel momento, que no entendían cómo la reina podía gastarse esa suma de dinero en una joya mientras la crisis económica asolaba los hogares del país. Aunque la justicia demostró que no había sido la reina quien había ordenado la creación de este collar, la idea de que sí había sido ella ya había conquistado la mentalidad de los ciudadanos, por lo que fue imposible mejorar la reputación de la corona de Francia.
Este famoso collar estuvo presente tanto en la coronación del rey Jorge VI en 1937, como en la de Isabel II de Inglaterra, en 1953, lucido por integrantes del marquesado de Anglesey, y fue visto por última vez en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, por su bicentenario en 1976. Se trata de «una joya antigua tan importante e histórica» que «solo podía haber sido creada para la realeza o para un aristócrata de alto rango en una de las resplandecientes cortes del antiguo régimen, muy probablemente la corte francesa o inglesa», señaló Sotheby's en un comunicado.
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