Verónica Casado admite que no se siente «cómoda» anunciando el cambio a la fase 1 de Castilla y León con tanta antelación

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, tuvo que justificar por qué los criterios restrictivos adoptados por la Junta hasta la pasada semana han dado pie ahora a un «optimismo prudente» que permite solicitar el pase conjunto de la comunidad, según marcó el presidente Alfonso Fernández Mañueco en su comparecencia del domingo. La consejera defendió que se respalda «totalmente» una decisión que «no ha sido política»y que se basa en «criterios sanitarios y epidemiológicos», donde se tienen en cuenta los análisis detallados de las áreas de salud.

Verónica Casado dejó entrever al final de la rueda de prensa el malestar que le produce el anuncio anticipado del cambio de fase de toda la comunidad a partir del próximo lunes. «No me siento cómoda del todo. No he mentido nunca y no voy a hacerlo ahora. Son demasiados días y podemos tener que replantearnos cosas. Por eso dejo bien claro al Ministerio y a todo el mundo que hacemos la propuesta, pero también un seguimiento. El jueves efectuaremos un análisis y tomaremos la decisión final».

Verónica Casado no se cansó de subrayar que si alguna zona básica presenta problemas de transmisión comunitaria –con casos que no puedan ser aislados– la Junta valorará que no pase a la fase 1 o que, aunque avance, se someta a algún tipo de limitaciones, como la de evitar, por ejemplo, las reuniones de diez personas. A juicio de la consejera, los datos de los últimos días sí propician ahora una «desescalada más amplia», aunque siempre manteniendo la «cautela» y con un seguimiento «exhaustivo» de todas las áreas de salud de la durante los próximos días.

Para evitar los repuntes, Verónica Casado, solicitó la colaboración de ayuntamientos y diputaciones, con cuyos responsables habló por teléfono. A alcaldes y presidentes de las instituciones provinciales les pidió que extremen la vigilancia en sus ámbitos de actuación para conseguir que se respeten las medidas de protección y distancia social. «Me he encontrado una colaboración total y absoluta», remachó.

El mapa de Castilla y León sigue presentando zonas en rojo y amarillo en todas las provincias que indican más de un positivo confirmado por cada 10.000 habitantes en los últimos siete días, un dato que choca frontalmente con uno de los criterios adoptados inicialmente por la Junta para avanzar a la fase 1. «Seguimos detectando casos nuevos y hay ingresos en los hospitales, pero vemos que se van reduciendo estos ingresos, los casos en Atención Primaria y la disminución en Cuidados Intensivos. Estos también son criterios para hacer nuestra propuesta», argumentó Casado.

La Junta ha pasado de proponer solo el avance de las áreas de salud que cumplían los requisitos fijados a hacerlo con todo su territorio, con la pequeña salvedad señalada ayer de posibles restricciones si se dan casos que no puedan ser aislados y rastreados. A juicio de Verónica Casado, la propuesta por zonas básicas de salud –superada ya tras la declaración dominical de Fernández Mañueco– «no es la demostración de un fracaso sino un éxito». «Hemos podido controlar zonas pequeñas y ver qué sucede en cada una de ellas. Eso nos permite ahora ir con un paso más seguro. Yo no habría podido desescalar en una provincia sabiendo que había zonas de salud con mayor riesgo. Vamos a analizar qué pasa en esta semana y, a lo mejor, no todas las zonas básicas de salud de una provincia pueden ser desescaladas, aunque esperamos que sí. No hemos cambiado el criterio para nada», defendió.

La Junta empezó a publicar ayer en su portal de Datos Abiertos los PCR positivos por áreas de salud en cada capital de provincia, lo que permite comprobar el comportamiento diario de cada barrio. Además colgó también los documentos íntegros de las dos primeras propuestas de desescalada que envió al Ministerio.