«Tardará más en llegar a la población general porque obviamente hay que empezar por los que tienen más riesgo, y vacunando en residencias estamos protegiendo a los pacientes con más probabilidad de ser hospitalizados y de acabar en la UCI», explica Asensio.
Respecto a las reticencias sobre la seguridad de la vacuna, dado que se ha fabricado en tiempo récord, insiste en que se ha trabajado intensamente y de forma conjunta sobre investigaciones previas para llegar a conseguirla, ahorrando también muchos tiempos de espera burocráticos. Además, confía también en su seguridad, «todo el equipo de Atención Primaria del centro Sur nos vacunaremos», afirma.
Lo único que genera cierta incertidumbre es saber si esta proporcionará inmunidad a largo plazo, «como no hay un estudio todavía a largo plazo, no sabemos si la inmunidad que proporciona es duradera pasados los meses«, pero recalca que, mientras tanto, »esta es la única forma« de ir un paso por delante del virus.
Cuando la vacuna llegue a las residencias de Aranda, se vacunará a todos los residentes, «a los que tienen inmunidad y a los que no la tienen, porque son un grupo de convivencia estable». Todo para evitar la «pesadilla» que se vivió durante la última semana de marzo y los primeros días de abril, cuando los centros de mayores se vieron colapsados por el virus.