Urgencias del HUBU atiende a 350 pacientes al día con un déficit de diez médicos

Durante esas semanas, parte del equipo de Urgencias «explotó» y criticó la situación laboral que padecían. Por aquellas fechas atendían a 350 pacientes al día y seis semanas después, con Priego al mando, la cifra no ha variado un ápice. «Muchas veces parece que la puerta de Urgencias está atascada de la gente que viene», apuntan desde CSIF.

«Las plantas no han sufrido tanto ese colapso, pero sí Urgencias. Además, por ejemplo, con picos mucho más abultados los lunes por la gran cantidad de pacientes que hay. Parece que la gente elige cuándo enfermar», apuntan desde el sindicato.

Y ese colapso al que hace referencia CSIF lo soportan de media 15 médicos en una jornada laboral normal. Con ese número de facultativos, la media de pacientes por sanitario se sitúa en 24 personas, cuando los cánones idílicos de atención marcan «nueve enfermos por cada médico de urgencias».

Precisamente, este servicio continúa con un déficit de diez médicos entre bajas y vacantes de una plantilla de 32. «O se cierra un hospital para que puedan venir esos médicos o habrá que esperar hasta junio a que concluyan los actuales residentes», apostillan desde CSIF, desde donde inciden en la necesidad de contratar más personal para evitar el colapso.

La situación en Urgencias del HUBU colea desde hace tiempo, aunque en julio se agudizó tras la marcha por motivos personales de Francisco Callado. Tras varios meses sin encontrar sustituto, parte del personal de Urgencias recriminó la falta de personal y la «imposición de guardias».

Las guardias de Urgencias, debido a la falta de facultativos, se estaban cubriendo desde todas las áreas, por lo que profesionales sanitarios de diferentes especialidades pidieron que esta cobertura no fuera «algo impuesto», y que las soluciones fueran «negociadas y voluntarias».

Precisamente, varios médicos aseguraban que la dirección del centro había rechazado las diferentes propuestas que habían presentado para solucionar el problema, que pasaban por una organización basada en las competencias de cada servicio.

Esas quejas salieron a la luz a finales de 2021, cuando afirmaron sentirse colapsados ante el aumento de emergencias y por la falta de profesionales. Esa parte la reconoció la dirección del HUBU, que escuchó las propuestas de los sanitarios para hallar un consenso unilateral que «aún no ha servido para bajar el ritmo en Urgencias».