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El control de acceso al pabellón universitario de la Universidad de Burgos (UBU) denotaba que algo importante se estaba cociendo en el interior. En esta ocasión, no había competición deportiva reseñable, ni la pelota corría de un campo para otro. Esta vez se jugaba a ... desenmascarar a asintomáticos dentro de la comunidad universitaria burgalesa con el objetivo de parar la transmisión de la covid.
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Así que los accesos por la puerta principal del recinto deportivo, reconvertido en espacio sanitario por un día, se empezó a llenar principalmente de jóvenes, que, con apuntes en las manos como buenos universitarios, quisieron participar en el cribado.
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Durante la mañana de este miércoles, hubo dos picos de afluencia, a primera hora y sobre las 12:00 horas. ¿El motivo? Al estar divididos por apellidos, al inicio de cada franja se nota un repunte, lo que ha generado algunos minutos de retraso. Una espera controlada por Protección Civil de Burgos, parte del operativo organizativo y cuyo personal ejercía labores de control e información.
Y todo esto en periodo de exámenes. Precisamente, los universitarios, a favor del cribado, ya mostraron su deseo de que estas pruebas se hubieran realizado a principios de año para llegar a estas fechas con la certeza de un resultado negativo. «Los alumnos tienen que estar tranquilos si dan positivo, tendrán oportunidad de presentarse al examen de otra forma. Cuando se organiza, también hay que garantizar que las consecuencias sean lo más fáciles para todas las partes implicadas», ha destacado Ángel González, técnico de Salud Pública en Atención Primaria y profesor de Salud Pública en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y en el grado en Enfermería de la Universidad de Burgos.
«Sacar 10 o 15 positivos sería una buena noticia para apartar a esas personas de la circulación poblacional»
Tal vez no existía mejor persona que Ángel González para realizar labores de supervisión en el cribado masivo de la Universidad de Burgos (UBU). Como técnico de Salud Pública en Atención Primaria y profesor de Salud Pública en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y en el grado en Enfermería era el idóneo para estar presente en la jornada de este miércoles. Por delante de él, en la puerta del polideportivo universitario, han pasado compañeros profesores y alumnos. «Como coincidía en la universidad, pues no me importaba venir a mí», ha detallado antes de desgranar la importancia que tienen estas pruebas para frenar la transmisión de la covid-19.
«Sacando 10 o 15 positivos, y más en alumnos y profesores que están en contacto con más personas, sería una buena noticia para apartarles de la circulación poblacional», ha afirmado González, que reconoce no saber «cuándo es el mejor momento para hacer un cribado masivo». «Hace tres semanas estábamos en Navidad y los datos epidemiológicos eran mejores. Hace dos meses los datos eran horribles. Ahora, a nivel nacional y regional, se está empeorando, pero en Burgos estamos mejor en esta tercera ola o continuación de la segunda», ha concluido.
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