La tasa de suicidio creció dos puntos en Burgos el último año, cuando se registraron 39 muertes por esta causa, y el teléfono de emergencias atendió 520 llamadas en la provincia relacionadas con el suicidio. Al amparo de lo que muestra esta radiografía de ... la sociedad burgalesa, en la que se pone de manifiesto que las ideaciones suicidas y los intentos autolíticos (consumados o no) suponen un problema serio, ha nacido la Unidad Funcional de Prevención de la Conducta Suicida.
Publicidad
Juan García Mellado, jefe del servicio de psiquiatría; Susana González, psicóloga clínica; Pilar Muñoz, trabajadora Social; Antonio Baena, enfermera y Beatriz Soro, terapeuta ocupacional, todos del servicio de psiquiatría, forman parte de esta de unidad que ha comenzado a funcionar en enero en el hospital Divino Valles.
«Esta unidad ha nacido con el propósito de ofrecer un tratamiento intensivo a pacientes que están en riesgo moderado de pasar a una conducta suicida», explica Susana González, psicóloga. Estos casos «se detectan en el servicio de urgencias», aunque también existe «un acuerdo con atención primaria» para ayudarles en la detección de estos casos y poder derivarlos al servicio de Urgencias. Una vez identificados, se puede hacer un abordaje intensivo durante tres meses. Esta unidad estima la posibilidad de atender a lo largo de este primer año a unas 60-80 personas.
«Nuestro programa dura tres meses y hacemos un abordaje multidisciplinar. Valoramos y abordamos todas las áreas, tanto la farmacológica, como la piscoterapéutica, la terapia ocupacional, el área social y enfermería. En este caso, Antonio es el gestor del caso, el que va valorando qué tal va evolucionando el paciente, va detectando necesidades y ajustando un poco la respuesta según lo que se detecta», continúa en su explicación Susana.
Esta unidad ofrece «una atención intensiva», como relata Juan García Mellado, pero lo fundamental de estas unidades «es la atención inmediata», clave para estos pacientes. «Nosotros nos comprometemos a ofrecer atención en el espacio de 72 horas tras la detección de una persona con una ideación o con una conducta autolítica», asegura Mellado.
Publicidad
Detectar a una persona que se encuentra en esta situación es el primer paso, el fundamental para comenzar a actuar. Y nada es fruto del azar. Todo está medido para dar el soporte necesario a estos pacientes: «El set de evaluación, de filtro, de una unidad de tercer nivel como esta, tiene que ser Urgencias, porque los profesionales del servicio de psiquiatría hacemos guardia todos los días del año las 24 horas y ahí podemos identificar qué pacientes cumplen los criterios para esta intervención específica. Porque no son todos los que manifiesten puntualmente un pensamiento suicida. Somos nosotros, a través de escalas clínicas, los que medimos la indicación de esa valoración. Atención Primaria también tiene una escala clínica para detección de estos casos y hemos coordinado qué tipo de puntuación requiere esta persona para poder filtrar y evaluar a la persona y derivarla a la unidad».
Noticia Relacionada
Un perfecto engranaje que comienza en urgencias o Atención Primaria y que continúa, si fuese necesario, en la unidad. «Cada profesional tenemos nuestra área de responsabilidad. Cada profesional hace su primera valoración inicial en la que detecta dónde va a poder ser más útil, dónde va a poder trabajar mejor y qué aspectos se van a poder trabajar desde su ámbitos. Y luego, todos juntos, unidos en reuniones en las que acoplamos todas las informaciones, establecemos una estrategia, un plan individualizado para esa persona. Decidimos cómo lo vamos a hacer y quién va a estar más comprometido en esa atención para esa persona concreta», cuenta Pilar Muñoz, la trabajadora social.
Publicidad
El programa consta de tres meses y en ellos se realiza una atención intensiva. Después, el seguimiento se puede alargar hasta un año. Este seguimiente atendiende a las necesidades de la persona en cada momento. Se puede alargar un poco más o reducirse. El objetivo es que sea eso lo que dure y después puedan continuar con sus vidas.
Después, gracias la coordinación con Primaria, ningún pacientes quedará en tierra de nadie. Cuando ya lleve los tres meses y se pueda valorar a la persona, se le dará cita también con su equipo de salud mental correspondiente para que el seguimiento sea continuado.
Si en algo coinciden todos en el equipo es en la importancia de Antonio, de la enfermería, la primera puerta, la cara más visible, esa figura de confianza para quien llega hasta la unidad. «Por definición, la enfermera debe prestar cuidado y, en este caso, el cuidado principal es la atención inmediata. Desde el servicio de urgencias se hace la derivación a nuestra unidad y nosotros nos comprometemos, en este caso soy yo la primera persona que va a escuchar a la persona o al familiar de contacto, a contactar con ellos en 72 horas. En este caso, ese es el principal cuidado inmediato que necesita la persona, que por definición es el trabajo de la enfermera», resume Antonio.
Luego durante el proceso Antonio pasa a ser el gestor del caso, el encargado de identificar «diferentes necesidades», porque las necesidades van cambiando. Además, tienen claro que trabajan con personas, por lo que cada «plan es individualizado». «Una persona de 17 años va a tener unas dificultades y una persona de 80 años va a tener otras totalmente distintas. En unas va a ser necesaria la atención de un profesional con mayor intensidad y en otras de otros y en otras personas será necesario de todos, porque la situación lo requiera porque es más compleja y haya que hacerlo de manera más intensiva», indica Susana González.
Publicidad
El perfil del paciente que realiza una conducta suicida existe y, generalmente, son mujeres. «Son mujeres porque no solo realizan más conductas autolíticas, sino que también solicitan más la intervención de los profesionales de salud. Los varones, generalmente, si realizan un intento de suicidio es más grave en cuanto al acto y, generalmente, rechazan o difieren o minimizan su pensamiento autolítico. De hecho, lo que corrobora estos datos es que las cifras de suicidio consumado son mayores en varones que en mujeres», analiza Juan García Mellado.
A mayor edad, sobre todo en personas que viven solas, existe mayor riesgo de pensamientos autolíticos, eso no excluye a los niños y adolescentes de poder tener este tipo de ideaciones. Con los datos de 2021 de suicidios consumados en menores de 15 años en España se observa un aumento. «En 2021 fueron 14 o 15 niños los que se suicidaron, mientras que en 2020 fueron siete», recuerda Mellado.
Publicidad
Hablar del suicidio da miedo. Durante décadas el código deontológico de la prensa prohibía publicar noticias relacionadas con ellos. Había miedo a un efecto llamada, que quienes tuviesen ideaciones suicidas se animasen a dar el paso tras leer que alguien había llegado a consumarlo.
Beatriz Soro, terapeuta ocupacional del equipo, tiene claro que se trata de algo «complejo». «Es verdad que esa teoría se tenía hace unos años. Ahora ya sabemos que no tiene ningún soporte científico, ya sabemos que no existe ese efecto llamada. En los medios de comunicación hay que visibilizarlo, pero sin atomizar lo que ha pasado ni contar detalles. Creo que en la sociedad, sobre todo después de la pandemia, ha habido un acercamiento a los temas de salud mental, pero hasta la fecha, y dependiendo de los diagnósticos, existe algo que es el gran temido por todos los que trabajamos en salud mental y por los usuarios, que es el estigma que se tiene ante estos temas», lamenta.
Noticia Patrocinada
Para evitarlo, como sociedad, es necesario «difundir los mensajes de apoyo, de acompañamiento, de inclusión, de comprensión, de escucha y de que todas las personas tenemos ese derecho de estar como un ciudadano más, ni más ni menos». Porque, en muchas ocasiones, quienes han tenido «estos intentos, estos pensamientos, cuentan que tienen sentimiento de incomprensión, que no les entienden, que no saben dónde contarlo porque la gente los rechaza, porque da miedo, porque no se sabe muy bien qué hacer en los círculos más cercanos». «Siempre hay que pedir ayudar, a los familiares, a las personas cercanas y trasladar esa ayuda a los profesionales», insiste Beatriz.
Por desgracia, la pandemia ha hecho mucho daño a la salud mental en general y ha aumentado el número de personas que han visto comprometida su salud mental, las cifras lo corroboran. Y, como reconoce Juan García, «nunca es suficiente» el número de recursos que posee el sistema. Sin embargo, desde la Sanidad Pública tratan cada día de «atender de la mejor manera posible y de la manera más eficiente a la población».
Publicidad
Porque hay que desterrar la idea de que «si alguien quiere suicidarse lo hace y si lo intenta está llamando al atención». «Esos mitos hacen mucho daño, incluso cuando ese discurso a veces se ha sostenido en el ámbito sanitario», recuerda Susana González. «Todas los gestos, las verbalizaciones autolíticas hay que tomárselas en serio, darles la entidad que tienen porque para llamar la atención hay muchas conducta que se pueden emitir y esta es muy drástica. Nunca es una llamada de atención. Y si la persona no encuentra otra manera de solicitar ayudar quizás es porque no tiene las herramientas o no tiene el entorno que le puede dar otra respuesta. Siempre hay que atenderlo y hay que darle credibilidad», alerta.
«La mayoría de las personas que se suicidan pudieron tener una ayuda que hubiera, seguramente, resuelto el suicidio consumado», afirma Juan García. Sin embargo, no al 100 %. «Existe un pequeño porcentaje de personas en las que, tras las autopsias psicológicas y el contexto en el que sucede, nunca llegamos a tener una explicación o una hipótesis etiológica de ese acto suicida. Esto sucede más en los varones que en las mujeres. Nosotros trabajamos con realidades clínicas, con personas que sufren y la respuesta que puede dar esta unidad funcional con profesionales muy bien formados específicamente para la atención del suicidio espero que nos dé ese valor y unos datos y una valoración de respuesta clínica acorde al esfuerzo que estamos haciendo», finaliza.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La proteína clave para la pérdida de grasa
El Comercio
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.