Una tenue sexta ola en las residencias de Burgos: casos aislados, sin brotes y un fallecido

Y todo ello, según apuntan, por el refuerzo de la tercera dosis y las medidas preventivas implantadas antes de Navidad. Con estos antecedentes, las residencias han podido surfear la sexta ola y según incide la Junta de Castilla y León se han dado «casos aislados». «Los contagios que se están detectando se limitan a uno, dos o tres casos aislados, y además lo habitual es que presenten síntomas leves o sean incluso asintomáticos», recalcan desde la administración autonómica.

De esta forma, los brotes han sido prácticamente inexistentes, aunque en las últimas semanas la mortalidad también ha llegado a los centros de Burgos con un fallecido en los últimos diez días.

Contrasta, principalmente, con lo vivido en la pasada ola, donde las residencias volvieron a ser las más afectadas. Durante los meses de verano, se contabilizaron gran cantidad de brotes en estas instalaciones y la mortalidad alcanzó a varios centros de la provincia burgalesa, reviviendo escenas del pasado.

Como viene siendo habitual, cuando se detecta un caso, se activan los protocolos de contingencia, que «están funcionando bien y que ha propiciado que la situación esté controlada», recalcan desde la Junta.

Asimismo, entre las medidas implementadas para estas Navidades e incorporadas a la guía de residencias destacan que los residentes, a su regreso al centro tras una salida, tengan que presentar una prueba negativa; mantenerles dos o tres días en observación como medida preventiva; visitas preferentemente fuera de las habitaciones, en espacios amplios y ventilados; y prueba periódica a los trabajadores.

Todo esto ha propiciado que la sexta ola haya sido tenue en las residencias de Burgos.