Todos los indicadores de la pandemia muestran que España se encuentra en puertas de una tercera ola, si no es que está ya inmersa en ella. Pero con los contagios, los fallecimientos, las hospitalizaciones y la tasa de incidencia en cifras altísimas, en las últimas ... semanas sólo un factor permanecía en niveles estables: la positividad de los test. El porcentaje de positivos en las pruebas realizadas se mantenía desde finales de noviembre por debajo del 10%, que, aun siendo el doble de la cifra aconsejada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) -ahora es el triple-, se encuadraba dentro de un nivel de 'riesgo medio', según el 'semáforo' que el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas establecieron para medir los datos de la pandemia.
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Pues bien, todo ha cambiado en apenas una semana: el 9,20% de positividad del 31 de diciembre se ha disparado cinco puntos, hasta el 14,09% del pasado viernes, un nivel que no se alcanzaba desde el 24 de abril, en el punto más crítico de la primera ola, y rozando ya el 15% que significaría el 'riesgo extremo'.
En su documento 'Criterios de salud pública para ajustar las medidas de salud pública y sociales en el contexto de la covid-19', la OMS dice que la pandemia está bajo control cuando «menos del 5% de las muestras analizadas dan positivo al menos durante las dos últimas semanas, siempre y cuando la vigilancia de casos sospechosos sea integral». Para el Ministerio de Sanidad, el objetivo marcado es alcanzar menos del 4% de positividad. Entre el 4 y el 7%, se considera que el país estaría en riesgo bajo, entre el 7 y el 10%, en riesgo medio; entre el 10 y el 15%, en riesgo alto, y por encima del 15%, en riesgo extremo.
En lo peor de la pandemia, a finales de marzo, cuando por fin se dispuso de la posibilidad de realizar pruebas diagnósticas, la tasa de positividad se situaba en el 30% porque sólo se hacían tests a quienes tenían síntomas. El porcentaje cayó progresivamente hasta el mínimo del 9 de junio, 0,8%, y otra vez desde ahí volvió a crecer hasta mitad de noviembre, alcanzando un pico del 13,5% que otra vez fue disminuyendo hasta la última semana de diciembre, cuando ha repuntado de nuevo.
El coronavirus, en datos
Por comunidades y ciudades autónomas, la tasa de positividad muestra guarismos muy dispares, pero ninguna se encuentra ya por debajo del 5%, tras el importante crecimiento que han sufrido en los últimos diez días. La que tiene una positividad menor es Asturias, con el 5,44%, y tras ella están Canarias (7,42%), Navarra (7,92%), Cantabria (7,96%) y Galicia (8,41%). Por el lado contrario, tres autonomías presentan un índice inaudito: Extremadura, el 20,91%; Castilla-La Mancha, el 23,40%, y sobre todo, la Comunidad Valenciana, donde uno de cada cuatro test de antígenos o PCR da resultado positivo (25,89%).
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«En el caso español, esto es una mala noticia porque el repunte de la tasa de positividad está acompañado de un aumento de otros indicadores, como la incidencia acumulada o las hospitalizaciones. Una tasa del 14% en España, que es un país que mantiene una clara estrategia de test, nos está indicando que puede existir transmisión comunitaria», explica el epidemiólogo Pedro Gullón.
La tasa de positividad sirve, principalmente, para determinar si la pandemia se encuentra fuera de control. Aunque debe ser cotejada con el resto de los indicadores, ofrece información sobre la capacidad de detección de un sistema de salud, y aquí actúa de manera contraintuitiva: cuando la tasa es muy alta, como ocurre ahora mismo en España, existen más posibilidades de que se estén detectando menos casos de los que realmente hay porque sólo se están realizando pruebas a quienes más síntomas muestran. En este sentido, según el último informe de seroprevalencia, en España se están detectando el 60% de los casos reales, es decir, cuatro de cada diez contagiados no saben que son portadores del virus.
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«Que la tasa se encuentre por debajo del 5%, siempre que haya una estrategia de test bien elaborada, quiere decir que se está llegando a todos los casos. Lo contrario, como sucede ahora en España, significa que están apareciendo muchos más casos de los que se preveían», subraya Gullón.
En comparación con otros países, España está en una posición intermedia, muy lejos de aquellos que han controlado mejor la pandemia (Corea del Sur, Singapur), cuyas tasas se sitúan entre el 0 y el 3%, pero mucho mejor que aquellos que están sufriendo una durísima segunda ola o ya están en la tercera, como Países Bajos (13,6%), Alemania (16,1%), Suiza (16,7%), o Suecia (20%), según la web 'ourworldindata', de la Universidad de Oxford, que recopila datos mundiales sobre la pandemia.
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