Qué es la variante XE, la nueva mutación de la covid detectada en España

La primera detección de esta nueva versión del coronavirus tuvo lugar el 19 de enero en Reino Unido. Esta variante se propaga todavía más rápido, en concreto un 10% más que la ómicron silenciosa

Actualmente, la variante ómicron supone el 99,3% de los casos detectados. La nueva cepa, denominada XE, es una combinación de esta y de la conocida como silenciosa. La Organización Mundial de la Salud alega que todavía falta investigación para determinar la peligrosidad de XE, pero inciden en su elevada transmisibilidad.

En España el subtipo BA.2 es el predominante y constituye la mutación que más diferencias presenta respecto a la ómicron original, por lo que la combinación de ambas ha alertado a la comunidad científica.

Los expertos recuerdan que ómicron se ha convertido en el virus más contagioso de la historia, y su sublinaje es un 70% más infeccioso que la versión original. La OMS recalca la necesidad de esperar a que se confirmen las diferencias en la transmisión y la gravedad de la enfermedad causada por XE.

Precisamente para hacer frente a las mutaciones de la covid, se ha puesto sobre la mesa la necesidad de una cuarta dosis de la vacuna entre la población más vulnerable, mayores y personas inmunodeprimidas.

La proposición de una cuarta dosis de la vacuna contra la covid coincide con el último informe acerca de los nuevos efectos secundarios más comunes tras la tercera dosis de Pfizer y Moderna.

El 14º Informe de Farmacovigilancia sobre vacunas covid-19 revela que entre la población del estudio vacunada con Pfizer, el efecto más repetido es la linfadenopatía. La definición de este síntoma es enfermedad o inflamación de los ganglios linfáticos, los más visibles se encuentran en axilas, ingles y cuello.

En el caso de Moderna, la pirexia es el síntoma más repetido tras el tercer pinchazo con un 34% de los casos estudiados. La pirexia o estado febril repetido es un efecto adverso leve, que cursa con temperatura corporal igual o superior a 38 grados y medio y que puede durar entre tres y nueve días.

Las reacciones más habituales a las vacunas contra el coronavirus son leves y lo más frecuente es presentar dolor en el brazo tras el pinchazo, febrícula o dolor muscular. Síntomas que desaparecen a las 48 horas de haber recibido el pinchazo. Sin embargo, también se van notificando otras de mayor gravedad y más infrecuentes, como la mielitis transversa, la parestesia o el llamado síndrome de fuga capilar (SFC).