Los sindicatos de Correos CC OO y UGT en la provincia de Burgos están molestos por las decisiones que la empresa ha tomado en la provincia en la crisis sanitaria de la COVID-19. Por eso piden que la actividad se reduzca a «la ... mínima» y con el «mínimo personal», según señala Alazne Rodilla, secretaria provincial de CC OO Correos Burgos.
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Rodilla confirma que en la provincia no hay ningún trabajador de Correos afectado por el coronavirus pero sí hay dos en aislamiento porque tenían algún síntoma que podía ser compatible con la enfermedad pero no ha arrojado positivo.
Actualmente, la plantilla que está trabajando es la mitad de los 400 trabajadores con los que habitualmente cuenta la empresa en la provincia. Unos 120 son carteros que recorren las calles, otros 30 están en oficinas y además, hay unos 50 o 60 en el medio rural. La mitad de la plantilla se ocupa de atender todas las oficinas de Correos, ya que no se ha cerrado ninguna si no que se han reducido horarios. Rodilla explica que se atiende de 9.30 a 12.30 horas pero «hay que atender a todos los que están en la fila, por lo que los turnos se alargan porque la gente no deja de venir a las oficinas». La organización se realiza en turnos rotativos, unos días acude la mitad de la plantilla y otros la otra mitad restante.
Los empleados que pueden, como los mandos intermedios, se encuentran teletrabajando.
Lo que los sindicatos piden es que el trabajo sea «el mínimo indispensable porque nuestro trabajo es en contacto con la gente y estamos expuestos», señala Rodilla. Además, lamenta que la empresa haya tomado las decisiones organizativas en esta crisis sanitaria «de manera unilateral, como la de mantener todas las oficinas burgalesas abiertas pero con la mitad de la plantilla».
Igualmente, Alazne señala que se les está proporcionando guantes pero no geles, «no deberían obligarnos a salir a la calle sin un bote individual de gel desinfectante porque, además, en estas condiciones no encontramos lugares abiertos donde lavarnos las manos, como exige el protocolo». En este sentido, señala que la oficina de Correos de Briviesca se tuvo que desinfectar por un posible caso de coronavirus y se tardó dos días en afrontar esta tarea.
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Por ello, desde CC OO y UGT reivindican que el servicio se reduzca al servicio postal universal, es decir, al reparto de cartas de hasta 20 gramos, a certificados, cartas con acuse de recibo, giros y paquetes que no superen los 20 kilos. Por eso, Alazne también pide a los burgaleses que reduzcan las compras «innecesarias».
El protocolo que están siguiendo los carteros es el de reducir al máximo el contacto con el cliente, dejan el paquete en la puerta, no lo entregan en mano, piden los datos y se van, no exigen firma en los aparatos electrónicos. «Aún así, ponemos en riesgo nuestra salud, la de los clientes y la de nuestras familias», lamenta Alazne.
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