Simón reconoce un crecimiento «importante» de la transmisión en agosto

Simón ha repasado el transcurso en este verano de la segunda oleada, que empezó «en Aragón y Cataluña, por los temporeros», luego «se dio en ciudades de esas regiones con mucha movilidad, como Barcelona y Zaragoza» y después «se movió a País Vasco y Navarra asociada a las 'no fiestas' y al ocio nocturno». Ya en agosto, «con los grandes éxodos de población, aunque menores que otros años, ha llegado a Levante», ha aseverado, «y finalmente, ha vuelto a Madrid, quizás por el retorno de las vacaciones».

Pero Simón ha descartado un confinamiento masivo en España pese al continuado aumento de los contagiados. «Tenemos que aprender a controlar el virus, pero no manteniendo a toda la ooblación encerrada», ha explicado.

Con las preocupantes cifras del pasado fin de semana en la mano, Simón ha reconocido que la situación «no es buena», pero ha recordado que el confinamiento masivo de marzo se decretó para evitar el colapso de los hospitales. «Y ahora, aunque los hospitales de Madrid o la Atención Primaria de otros lugares están sufriendo un estrés importante, no nos encontramos en la situación del estado de alarma», ha asegurado. «De hecho», ha continuado, «esperamos que dentro de unos días los contagios puedan bajar».

Simón ha descartado que España haya comenzado a pensar en adoptar el 'modelo sueco', esto es, el intento del país nórdico de conseguir una inmunidad de rebaño relajando las medidas de protección. «Nuestro objetivo es controlar la epidemia, no que todo el mundo se infecte. No sólo Suecia, otros países como Reino Unido o Estados Unidos estudiaron fórmulas similares, pero las descartaron. Costarían muchas vidas», ha indicado.

Con septiembre a la vista y con la vuelta al colegio como gran amenaza en el horizonte, el responsable de Emergencias ha centrado parte de su intervención en la situación epidemiológica de los niños. «Hay muchas dudas», ha reconocido, antes de describir algunos estudios científicos que hablan de que la transmisión entre los más pequeños es muy baja y también relativamente baja entre niños y adultos. «En general, sabemos que tienen cuadros menos graves que los mayores, pero hay que tener cuidado con ellos, con los niños, con los preadolescentes, con los adolescentes y con los adultos jóvenes. Deben entender que ellos también pueden tener cuadros graves y contagiar», ha explicado.

«Si en la escuela se aplican las medidas de protección, las posibilidades de transmisión son ínfimas. Además, llevamos tiempo trabajando para que las cosas salgan bien», ha tranquilizado.