El sector hotelero de Burgos, con un 80% de pérdidas, desconfía del fin de las restricciones

Desconfían de que el final del toque de queda y del cierre perimetral de la comunidad suponga también un alivio para el resto de restricciones que «están ahogando» al sector servicios.

El levantamiento del cierre perimetral y del toque de queda, de momento, no ha ido acompañado por una ampliación de los horarios para ciertos sectores y aún se desconoce qué sucederá hoy, por lo que el representante de la Asociación Burgalesa de Hospedaje, Luis Mata, mira hacia Madrid, como muchos otros profesionales, y afirma «que a Ayuso la han premiado por gestionar para salvar la economía».

A pesar de que las medidas de contingencia en la capital de España han sido más livianas que en Castilla y León, Mata indica que los datos no son peores que los de Burgos. «Llevamos un mes de restricciones y no ha bajado la incidencia», señala.

Sin embargo, reconoce que el anuncio del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, de que no aplicará más medidas extraordinarias en Castilla y León a partir del lunes, «es una buena noticia». No obstante, desde el sector son conscientes de que el año no se va a recuperar: «El hecho de que quiten el cierre perimetral de la comunidad no nos va a traer un aluvión de turistas de repente», confiesa Mata.

Mata explica que son dos los hoteles de la capital que han cerrado sus puertas de forma permanente a causa de la crisis de la covid, uno es el Almirante Bonifaz y otro el Fernán González y espera que la situación ahora mejore para que no tenga que bajar la persiana ningún otro.

En este sentido, explica que el 15% de los visitantes que recibe la capital son «de larga distancia, viajeros de Asia y América», con los que no cuentan en esta temporada debido a la situación sanitaria. Otro 40% lo constituyen turistas europeos, con los que tampoco esperan contar. El resto son españoles y es a ellos a los que intentarán atraer, tal y como explica Mata.

Por otro lado, considera que si no se permite trabajar a la hostelería con normalidad de horarios y de apertura de interiores tampoco se levantará el turismo, «porque va todo unido». Lo mismo ocurre con la oferta cultural y de ocio, por lo que hace un llamamiento para que la Catedral de Burgos, que además celebra el octavo centenario este año, reabra las visitas al público.

Por este motivo, los hoteleros miran con cautela las decisiones del Ejecutivo regional, con algo de esperanza pero con mucha desconfianza también, porque, insiste Mata, en la situación actual «hay que seguir adelante y no dar ya un paso atrás».