SATSE Burgos pide mantener los contratos covid y de vacaciones en enfermería para hacer frente a la segunda oleada

Por ese motivo, el sindicato de enfermería SATSE Burgos reclama a Sanidad que mantenga los contratos de verano y los contratos covid, que los renueve para garantizar contar con una plantilla adecuada cuando la situación pueda complicarse más allá de los rebrotes estivales. Los contratos de verano expirarán de aquí a octubre, mientras que las contrataciones covid (140 en el Hospital Universitario de Burgos) tienen como fecha de caducidad el 31 de octubre.

La secretaria provincial de SATSE Burgos, Silvia López, insiste en que «o se amplían los contratos y se consolidan los puestos o lo vamos a pasar muy mal», pues en la provincia estamos muy lejos de alcanzar los ratios óptimos enfermero/paciente. Nos quedamos en 4,17 enfermeros por cada 1.000 habitantes cuando en Europa están en 8,8. Lo ideal sería contar, en un hospital como el HUBU, con entre seis y ocho pacientes por enfermero, y no se cumple esta ratio.

Es más, López afirma que ni renovando los contratos covid y los estivales se alcanzaría los niveles óptimos, aunque se mejoraría mucho la situación y se garantizaría una atención de calidad a los pacientes, incluso en una segunda oleada de la covid-19. Además, la secretaria de SATSE recuerda que si Sanidad no se garantiza ese personal es posible que, cuando le haga falta, ya no lo encuentre.

Castilla y León está a la cola en cuanto a condiciones laborales y salariales. Existen una diferencias notable en retribuciones, sin ir más lejos entre Burgos y País Vasco, pero también en tipos de contratos o condiciones de trabajo. De ahí que exista una importante fuga de profesionales, lo que está vaciando los hospitales y los centros de salud de Burgos, y tammbién del resto de Castilla y León.

SATSE reclama una revisión de las condiciones laborales, la equiparación salarial y mejora de contratos para que los enfermeros no se vayan a otras comunidades autónomas. No se pueden mantener contratos como los que se realizan en Miranda, explica López, en los que se hacen renovaciones mes a mes. «Es muy arriesgado» y más en una situación de pandemia como la actual.

Por otra parte, el sindicato de enfermería vuelve a hacer un alegato a favor de la figura de la enfermera escolar. Es una de sus grandes demandas, que ahora con la covid-19 se hace más necesaria que nunca. Contar con enfermeros en las escuelas permite atender y hacer un seguimiento a los niños con problemas de salud pero también fomentar la formación e información en hábitos saludables.

Ahora, con una pandemia que va para largo, es mucho más importante. Los enfermeros controlan los protocolos covid-19, podrían detectar los síntomas y saben cómo actuar ante una sospecha de contagio, insiste Silvia López. Con su presencia en los colegios, los profesores se podrían centrar en enseñar, que es su labor, mientras los sanitarios se ocuparían de la salud de alumnos y profesores.