Darias también rechaza adelantar el toque de queda

En la misma línea, Simón animó a las comunidades a poner «el máximo» de restricciones dentro del marco jurídico vigente. «Si conseguimos aplicar bien todas las medidas que las autonomías tienen a su disposición, podemos controlar la situación. Ahora hay que hacer un esfuerzo para un control radical», agregó el director del Centro de Emergencias y Alertas Sanitarias.

La actual situación epidemiológica de varias regiones, con incidencias acumuladas por encima de los mil casos, muestra la gravedad de la situación, pero el Gobierno insiste una y otra vez en los mismos argumentos, la posibilidad de estirar el estado de alarma actual. Este jueves lo hizo Darias de todas las formas posibles, incluso cuando Simón admitió que la situación de la pandemia seguirá siendo muy complicada en los próximos días, entre otros motivos, por la virulencia de la variante británica, que en algunas zonas del país ya representa el 20% de los casos, aunque de media, su prevalencia se sitúa entre el 5 y el 8%.

En la cita, el Ministerio tampoco escuchó a las comunidades que pidieron medidas para facilitar la extensión del uso de las mascarillas FFP2, como están haciendo algunos países de la Unión Europea, donde se está obligando a su utilización. «Se dejará para el próximo consejo», se limitó a decir Darias, aunque Simón subrayó que la diferencia entre los filtros de las FFP2 y los de las mascarillas quirúrgicas, las más comunes en España, es pequeño, especialmente cuando toda la población las lleva.

Uno de los puntos más destacados del Consejo Interterritorial fue el de las vacunas. El Ministerio de Sanidad no avaló a las comunidades que han decidido no inyectar la segunda dosis a las personas que se han inmunizado irregularmente durante la primera parte de la campaña. Carolina Darias afirmó que los vacunados que se han saltado el protocolo «tienen que recibir todo el rechazo social», pero también dijo que, a la hora de inocularse la segunda dosis, «deben imponerse los criterios médicos», es decir, se mostró favorable a que la reciban, ya que la estrategia nacional de vacunación estipula que la segunda dosis debe inyectarse tres semanas después de la primera, en el caso de la de Pfizer/BioNTech, y 28 días después, en el de Moderna.

Eso sí, el plan aprobado por el Consejo Interterritorial faculta a las comunidades a tomar «medidas correctivas» (aunque no contra las personas) para asegurar que las personas vacunadas pertenecen a los grupos prioritarios. En este sentido, el Ministerio de Sanidad mantiene el optimismo y considera posible que el 70% de la población haya sido inmunizado «en el verano», una coletilla que Darias repitió en varias ocasiones, dando a entender que el plazo que el Gobierno se da para alcanzar este nivel de vacunación acaba el 21 de septiembre.

Pese al enfrentamiento entre la Unión Europea y las farmacéuticas a cuenta de la distribución de las vacunas, Darias explicó que desde el próximo lunes España dispondrá de más dosis de Pfizer, unas 422.000 en lugar de las 350.000 utilizables hasta ahora, ya que los servicios sanitarios de todo el país conseguirán obtener de cada vial seis dosis, una más que la prevista al principio por la compañía. La ministra también informó de que el domingo aterrizarán en España 52.000 dosis de la vacuna de Moderna, que se inocula desde mediados de enero.

Y finalmente, Darias defendió la actuación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, frente a las críticas por no comparecer en las últimas semanas. «Es el que está liderando al Gobierno y a los ministros en la pandemia», señaló.