La sanidad burgalesa, en el centro de la ruptura entre PP y Ciudadanos

Muchos de los últimos encontronazos entre el Partido Popular y Ciudadanos han tenido a la sanidad de Burgos en el epicentro de la polémica. Muchas de las críticas se han vertido por la gestión del Hospital Universitario de Burgos, cuando el ya jubilado José María Romo estaba al frente de la dirección. En septiembre, el presidente del PP de Burgos, Borja Suárez, pedía la dimisión de Romo días después del conflicto originado por los consultorios rurales. Hecho al que contestó el propio Francisco Igea con aquel «no confundan la lealtad y la sumisión». Las solicitudes del cese de Romo fueron continuas desde el PP de Burgos en este tiempo, convirtiendo lo que pasaba en el HUBU en un arma arrojadiza de la política regional.

El cierre definitivo al hospital San Juan de Dios está a punto de ser una realidad. El convenio entre la orden hospitalaria y Sacyl llegará a su fin el 31 de diciembre si el nuevo consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, no lo remedia. Lo intentará, como ya afirmaban desde el PP de Burgos. Pero el anuncio de este cierre ha traído sus dimes y diretes entre los de Mañueco e Igea. Los 'populares' burgaleses han defendido a capa y espada la gestión sanitaria del San Juan de Dios y no entendían la rescisión del convenio. Finalmente, la Junta, con Verónica Casado al frente, ha acabado con esa relación y el 31 de diciembre el San Juan de Dios será historia de la sanidad en la provincia.