Secciones
Servicios
Destacamos
Una anciana de Madrid de 99 años se ha convertido este jueves en la tercera víctima mortal de la epidemia de coronavirus en España. La nonagenaria, con patologías previas, falleció el martes en el hospital Gregorio Marañón de la capital. Ha sido la ... revisión post mortem de sus muestras la que ha revelado que estaba contagiada por el COVID-19.
Su caso se une al del hombre de 69 años que murió el 13 de febrero en Valencia, tras un viaje a Nepal, y al de un paciente vizcaíno de 82 años cuyo fallecimiento en el hospital de Galdakao se notificó el miércoles pasado.
La muerte de la anciana madrileña hizo que los médicos analizaran a todos los mayores que viven en el mismo asilo de la fallecida, el centro La Paz, en las cercanías del parque de El Retiro y en particular a los tres ancianos que ingresaron con la fallecida en el Gregorio Marañon. Los test han revelado que terce usuarios y una auxiliar del centro están contagiados.
La residencia, que cuenta con capacidad para entre 70 y 80 usuarios, habilitará zonas de aislamiento y procurarán que personas con síntomas no utilicen las zonas comunes, como puede ser el comedor o los baños. La enfermedad se ha propagado por uno de los módulos de la residencia, con una edad media de 80 años, y aún se desconoce el origen del coronavirus.
Tras este contagio masivo, la Comunidad de Madrid ha comenzado a estudiar el posible cierre de los centros de día y ha restringido las visitas en las residencias de ancianos.
Y mientras tanto, la epidemia sigue extendiéndose. 52 nuevos casos hoy mismo confirmados en Madrid, Cataluña, País Vasco, Asturias, Castilla-La Mancha, La Rioja, Canarias, Galicia y Baleares ; 280 infectados ya este jueves; tres fallecidos; diez pacientes en estado grave; otros 20 casos de los que se desconoce el origen de la infección…
Las cifras abruman. Pero empiezan las buenas noticias. Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, ha anunciado hoy que ya hay una decena de pacientes «curados» y sin síntomas, a la espera de que las dos pruebas con 24 horas de separación confirmen que el virus ha desaparecido de sus cuerpos.
El actual escenario, obviamente, preocupa, pero es básicamente el que esperaban (siendo moderadamente optimistas) los expertos sanitarios de la administración central y de las autonomías.
Noticia Relacionada
Y es que, diez días después del estallido de la crisis nacional del coronavirus con el brote del hotel de Adeje, en Tenerife, el ritmo de propagación del COVID-19 va creciendo, pero no se ha descontrolado y está dentro de los parámetros asumibles para los expertos epidemiológicos.
«Seguimos en una fase de contención. España puede contener el virus«, ha destacado este jueves el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien ha presidido la reunión diario de coordinación sobre la epidemia. «La evolución sigue más o menos igual. No hay grandes variaciones», se ha felicitado Fernando Simón, quien ha subrayado que la tasa de infección en España sigue siendo muy baja: 0,4 casos por cada 100.000 habitantes. O sea, un contagiado por cada 250.000. españoles. «No estamos en una situación de gravedad excepcional», ha insistido el jefe de Emergencias.
Así las cosas, la distribución de positivos de COVID-19 este jueves es : Madrid (90), Cataluña (32), Valencia (30), País Vasco (28),La Rioja (17), Andalucía (16), Castilla-La Mancha (13), Castilla y León (11), , Cantabria (10), Canarias (1o), Extremadura (6), Baleares (6), Asturias (5 ), Navarra (3), Galicia (2) y Aragón (1).
El coronovirus se expande, pero lo hace –y es ahí donde se felicitan los responsables de Sanidad- en una «progresión aritmética». El COVID-19 -explican los técnicos del departamento que dirige Salvador Illa- no se «ha desbocado» y no está creciendo en «progresión geométrica» como cabría esperar de un virus con una gran capacidad de contagio que, según los primeros estudios, podría estar entre dos y cuatro veces el portador inicial en tan solo dos semanas. La primera conclusión: los controles empiezan a funcionar cuando el virus no se reproduce a la velocidad que podría hacerlo de no mediar las barreras que se le han puesto.
Los especialistas que rodean a Fernando Simón, la cara visible de la lucha contra el coronavirus, no hacen más que mirar las estadísticas; las españolas y las internacionales. Los números –dicen- les hablan de que en España se sigue librando, y con aparente éxito, la guerra de la «contención» de la epidemia y no la de la «mitigación». Eso sí, con todas las reservas de una batalla en la que los frentes cambian en cuestión de horas.
Es cierto, admiten desde el Gobierno, este pasado miércoles las cifras diarias de nuevos infectados batieron récord: 57 en un solo día. Pero lo que los especialistas de Sanidad miran es que los números no se dupliquen o tripliquen en una jornada, lo que sería muestra de que la infección se ha ido de las manos –«que se ha desbocado»- probablemente por la imposibilidad de frenar los «contagios comunitarios».
Y eso no ha ocurrido desde que lunes 24 de febrero el positivo de un médico italiano en Tenerife encendiera todas las alarmas; 5 nuevos casos el primer día, otros 5 el siguiente, 12, 14, 18, 25, 42, 42, 57… Hoy, 52, Las cifras parecen tener una tendencia al alza –admiten desde Sanidad- pero no lo hacen de manera exponencial y eso que nos encontramos, aparentemente, al inicio o en el centro del momento más virulento del brote.
Arguyen además los responsables de Sanidad y de varias de las comunidades autónomas más sacudidas por el coronavirus que las cifras de los últimos cuatro cinco o días, aun siendo relativamente buenas (o cuanto menos, no del todo pesimistas), podrían haber sido mejores. Los expertos apuntan a que parte del aumento de infectados se debe a la revisión de casos antiguos ya ingresados -incluso fallecidos- que se están 'repescando' ahora en cumplimiento de los nuevos protocolos que Sanidad ordenó poner en marcha a finales del mes de febrero.
Es lo que ocurrió el pasado martes en Valencia cuando la Generalitat anunció que la primera víctima mortal por COVID-19 en España y en Europa se había producido el 13 de febrero tras revisar el expediente de un fallecido. También –explican los expertos del Ejecutivo autonómico madrileño- es lo que está pasando en esta región, donde buena parte del crecimiento de las cifras de infectados se explica por los nuevos protocolos que obligan a la revisión de viejas neumonías no diagnosticadas.
Todo ello –admiten desde la administración central- al margen de que la otra parte del crecimiento de las tasas de infección en núcleos como Madrid y el País Vasco se deba a que todavía ha sido imposible localizar los focos de infección de varios de los casos. En particular, según el último recuento de Fernando Simón- se desconoce completamente cómo se infectaron 14 de los enfermos.
El resto de los positivos –explican los expertos de Sanidad- o son 'importados', básicamente por viajes al norte de Italia, o tienen ya un origen determinado por su conexión con otros casos ya conocidos, lo que ha permitido poner coto a esos focos con medidas de «aislamiento».
Con este panorama de moderado optimismo, insisten una y otra vez en el departamento que dirige Illa, no cabe pasar, al menos por ahora, del escenario actual de 'contención', al de 'mitigación', que conllevaría medidas de gran impacto social como la prohibición de eventos multitudinarios, el cierre de colegio o la cuarentena de núcleos poblacionales.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.