Con preocupación ven en Sanidad la evolución epidemiológica de Burgos, sobre todo ahora que se avanza en la desescalada, con la reapertura de centros comerciales, gimnasios e interior de la hostelería y la recuperación de la práctica deportiva no profesional por equipos en el exterior. ... Y es que se ha detectado un aumento de la incidencia acumulada de la covid-19 en la provincia, con un ritmo de contagios elevado, el más alto de toda Castilla y León.
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En concreto, la incidencia acumulada en Burgos se encuentra en 190,4 casos por 100.000 habitantes a catorce días, la segunda más elevada de la región. Solo nos supera Soria, que supera los 330 casos por 100.000 habitantes. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, reconoce que la IA se encuentra por debajo de los 250 casos por 100.000 habitantes, de ahí que se haya bajado a nivel alto de riesgo, pero durante los primeros días de marzo se ha frenado el descenso de incidencia.
«Se está subiendo», ha apuntado Casado, un aumento que también se ha detectado en la incidencia a siete días, que se encuentra en 94,79 casos por 100.000 habitantes. «Estamos muy atentos» a la evolución epidemiológica de Burgos, ha reconocido la consejera, quien se ha mostrado especialmente preocupada por el número reproductivo básico (RT), que define el ritmo de contagios, y que es el más alto de la región.
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El RT de Burgos se encuentra en 0,96, pero este fin de semana ha superado la cifra de 1, una mala noticia porque indica un aumento en la velocidad de contagios y ello supone, a corto plazo, mayor incidencia y, por tanto, más ingresos hospitalarios. Casado insiste en que «no podemos relajarnos» porque un rebrote de casos no sería soportable por el sistema sanitario. Una cuarta ola (que Igea ve segura si no se cumplen las medidas y se acelera la desescalada), en el estado en el que se encuentran los hospitales y las UCI, no es asumible, ha insistido.
La consejera de Sanidad ha vuelto ha pedir prudencia a los ciudadanos, recordando que el primer foco de contagio están siendo las reuniones sociales y, en concreto, los contactos interfamiliares. Preguntada por los motivos que podrían explicar los datos de Burgos, que ha pasado de ser la provincia con mejores registros, a estar ahora a la cabeza de la incidencia acumulada, Verónica Casado ha pedido una reflexión general.
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«Los contagios se producen por contacto de persona a persona« y porque no se respetan las medidas de seguridad, ha apuntado, pues las variantes de la covid-19 están impactando de manera homogénea en la región. «La variante británcia se está extendiendo por toda la comunidad», con especial incidencia entre los más jóvenes, aí que «tenemos que ser muy cautos» y limitar las reuniones sociales, los contactos familiares, la movilidad y respetar las medidas de seguridad.
En estos momentos, en la provincia hay 371 municipios que se encuentran en niveles de «nueva normalidad», sin casos de covid-19. Sin embargo, son 39 los que están en niveles de riesgo muy alto, 8 en nivel alto y 9 en nivel 9. Burgos capital se encuentra en 201 casos por 100.000 habitantes, lo mismo que Miranda de Ebro. En Aranda la incidencia es de 93,4 casos. En todos ellos se ha detectado ese aumento de incidencia en las últimas jornadas.
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