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Se avisó y se ha ido cumpliendo. La llegada de test rápidos a Castilla y León ha traído consigo un repunte en los positivos, no significativo pero sí digno de tener en cuenta pues demuestra que los contagios están contenidos pero la situación dista mucho ... de estar controlada. Así, este domingo, Burgos acumulaba 1.207 positivos, 37 más que el sábado, en una lenta progresión que pide ser prudentes.
Y donde más se ha notado la llegada de los test rápidos ha sido a las residencias de mayores, pues aquí venían demandándolos durante mucho tiempo, tanto para controlar el estado de los usuarios como para vigilar los contagios entre los profesionales. Así, en dos días, los centros residenciales de Burgos han triplicado el número de positivos confirmados, hasta alcanzar la cifra de 230.
Sacyl realizará durante la jornada de este lunes los test de detección de coronavirus a todos los residentes de la Sagrada Familia de la capital ribereña. Este centro, en el que los usuarios permanecen aislados desde hace varias semanas debido a que un elevado número de ellos presenta síntomas compatibles con el COVID-19, está siendo controlado por los facultativos del hospital Santos Reyes.
Este sábado realizaron una visita a los residentes para controlar la situación y el estado de salud de todos ellos. La Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León se ha hecho cargo este fin de semana de llamar a los familiares de los usuarios para comunicarles el estado en el que se encuentran sus allegados.
Con la realización de las pruebas se podrá conocer el alcance real del virus dentro de las instalaciones y efectuar una reorganización de los espacios en función de los resultados que arrojen.
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Los test rápidos llegaron el pasado miércoles, se empezaron a utilizar el jueves y, durante estos días de Semana Santa, se ha hecho generalizado su uso en centros públicos y privados. De ahí que la semana empezase con 66 confirmados, pasase el miércoles a 70 y el viernes a 75, siendo 118 el sábado y 230 el domingo. De este modo, casos con sintomatología compatible, y en aislamiento, se han ido confirmando como contagiados de COVID-19.
También se han registrado variaciones en cuanto a los fallecimientos. Durante la crisis del coronavirus, han perdido la vida 156 usuarios, tanto en residencias como en centros hospitalarios. Son siete más que los registrados este sábado y, de ellos, 67 están confirmados como contagiados de COVID-19 y los 89 restantes presentaban síntomas compatibles. El número de fallecidos con positivo confirmado también se ha incrementado estos días.
Esta situación mantiene a un buen número de usuarios en situación de aislamiento. En concreto, son 389 los que están aislados por presentar síntomas compatibles con la enfermedad y otros 701 como medida preventiva, por patologías previas o contactos de riesgo. En las residencias de la Diputación están aislados 82 usuarios en la de Adultos Asistidos, 54 en la de mayores, 26 en la de San Agustín, 5 en la de Oña y uno en San Miguel del Monte.
Se espera que el número de positivos en las residencias pueda ir en aumento, pues la realización de test confirmará positivos en casos que ya se gestionan como sintomatología compatible.
De ahí también el trabajo constante de la Unidad Militar de Emergencias, junto con otros cuerpos de seguridad, para desinfectar las residencias de mayores públicas y privadas. En los últimos días, la UME ha pasado por Espinosa de los Monteros, Trespaderne, Villarcayo, Belorado o Briviesca.
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