Las residencias gestionadas por la Diputación en Burgos suman los primeros dos fallecidos por coronavirus

El segundo fallecido era residente de San Agustín. Este varón fue el primer anciano que ingresó en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) con un positivo procedente de estas residencias. Su ingreso se produjo hace seis días y fallecía en la mañana de este martes. Igualmente, contaba con patologías graves y arrastraba problemas de salud que, lamentablemente, no ha podido superar.

Ambos residentes se encontraban ingresados en el HUBU y habían arrojado positivo en el test para detectar el SARS-CoV-2. Igualmente, hay otros dos residentes más ingresados en el HUBU procedentes de los centros que gestiona la Diputación con positivo también en COVID-19.

Sierra aclara que los equipos de las residencias no son los encargados de realizar las pruebas de la COVID-19, «se hacen según el criterio médico, ellos deciden, que los des residentes han fallecido con coronavirus lo sabíamos porque estaban ingresados en el HUBU», lamenta la diputada de Acción Social.

Sierra resalta, en estos momentos en los que es fácil jugar con el miedo y la sensibilidad de la gente, que se siguen unos protocolos de información rigurosos para aportar datos constantemente. «Cada noche los médicos de las residencias nos informan y esos datos, a las 9.30 horas de la mañana se los pasamos a la Consejería de Sanidad porque nos los piden constantemente. No intentamos ocultar datos y no necesitamos gente que intente aprovecharse de esta situación», afirma tajante la diputada.

Sierra apunta que, en total, hay 48 personas aisladas en los cinco centros que gestiona la Diputación: hay nueve ancianos aislados, en Oña otros seis, en San Miguel del Monte hay tres, en San Agustín hay 13 y en el centro de asistidos hay 17. Aclara la diputada de Acción Social que no todos los aislados son por síntomas relacionados con el coronavirus pero, en esta situación, «cuando un residente presenta algún síntoma, aunque sea muy leve, se le aisla para no ponerle a él si está débil o al resto en peligro. Pero hablamos de centros en los que habitualmente hay personas enfermas», aclara.

En cuanto al material, ante los rumores lanzados, Sierra es clara, «no hay aluvión de material de protección, se dosifica como es lógico pero no hemos tenido escasez». Sierra incide en que hay que racionalizar las cosas y gestionar desde la calma, «sabemos que la situación es grave pero tenemos que tener la mente clara para poder racionalizar los recursos».

Explica que antes de que se decretase el estado de alarma, incluso antes de establecer el cierre a las visitas en las residencias, algo que en estos centros ocurrió antes de llegar al estado de alarma, ya se había establecido un protocolo por parte de los responsables de los centros. La intención es la de salvaguardar el material, hacer un uso prudente de ello e informar a los trabajadores.

Además, todos los días se hace pedido de material a la Junta de Castilla y León y todos los días se suministra y se reparte por las residencias: mascarillas, guantes, batas desechables e impermeables. De estas últimas Sierra reconoce que no hay demasiadas pero también han llegado pantallas protectoras que están imprimiendo en impresoras 3D de Burgos. Estas también se han llevado a otras residencias privadas de la provincia. «No podemos decir que tenemos material de sobra pero con un uso racional podemos seguir trabajando sin problema», concluye.

La subdelegación del Gobierno en Burgos ha confirmado que, en coordinación con el resto de administraciones burgalesas, se comenzará ya con la desinfección de las residencias de ancianos.

Sierra confirma que esto se realizará en los cinco centros que gestiona la Diputación y lo más seguro es que en San Agustín las tareas ya hayan comenzado. Esta tarea se debe coordinar con los directores de las residencias porque, una vez desinfectado, los lugares deben permanecer tres horas cerrados y hay que ubicar a los residentes.

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