Las residencias de Burgos reducen un 89 por ciento la mortalidad con la llegada de la vacuna

Dos meses después de comenzar con la campaña de vacunación frente a la covid-19 en las residencias de ancianos de Burgos, estos centros han logrado reducir la mortalidad por esta enfermedad un 88,9 por ciento. Este dato lo obtenemos si tenemos en cuenta el peor mes en cuanto a la mortalidad para estos centros, abril, con los datos ofrecidos por la Consejería de Familia del mes de febrero.

El 30 de diciembre de 2020 Roberto Núñez, de 87 años, fue el primer burgalés en recibir la vacuna frente a la covid-19. Una fecha esperada desde que meses antes se decretase la pandemia, el país se blindase y las residencias de ancianos comenzaran a vivir la peor de sus pesadillas. El mes de abril de 2020 dejó 90 residentes fallecidos con covid-19 confirmado en estos centros. A estos habría que sumar los que, en esos momentos de escasez de pruebas, fallecieron sin tener la confirmación de la infección. A fecha de hoy en este apartado se incluyen 109 personas fallecidos con síntomas compatibles pero sin confirmación.

Dos meses después de comenzar con la vacunación, la mortalidad en las residencias se ha reducido un 88,9 por ciento si tomamos los 90 fallecidos de abril y los 10 que ha dejado el mes de febrero. El mes de enero también dejó evidencias de que la vacuna traía no solo esperanza, sino datos verídicos de su eficacia. En enero fallecieron 13 residentes por covid-19, una cifra alejada de los 58 que había dejado diciembre. En solo un mes con la vacuna en marcha la mortalidad se redujo en 45 personas.

Si nos retrotraemos a noviembre, un mes fatídico para la provincia de Burgos con respecto a la pandemia, fallecieron en estos centros 69 personas. Estas son 59 más que las que ha dejado febrero y 56 más que los decesos que dejó enero.

Según datos proporcionados por la Consejería de Sanidad, a fecha del 3 de marzo, en la provincia de Burgos se ha vacunado, con el ciclo completo, a 5.182 personas que viven en residencias de ancianos y a otras 865 que residen en otros centros institucionalizados. En total, se ha vacunado a 6.047 personas que viven en residencias de ancianos o centros institucionalizados de los 6.150 que la Junta registra en estos centros.

Lo que supone que el 98,33 por ciento de las personas atendidas en centros institucionalizados de la provincia de Burgos han recibido el ciclo completo de vacunación frente a la covid-19.

Solo en el mes de noviembre en las residencias de ancianos de Burgos se registraron 585 casos de covid-19. Desde el 31 de noviembre hasta el 3 de marzo se han registrado 214 casos, menos de la mitad en tres meses que en todo el mes de noviembre. Teniendo en cuenta que en diciembre todavía no se había vacunado a ningún residente.

La mortalidad de la pandemia en un colectivo vulnerable como es el de las personas mayores se ha notado en el descenso del número de residentes en estos centros de la provincia. Igualmente, los criterios para aceptar a nuevos residentes se han endurecido, incluso han parado el ingreso, para evitar los brotes de covid. El 8 de abril de 2020 la Consejería de Familia registraba 6.737 residentes, mientras que el 3 de marzo de 2021 el número ha descendido hasta las 6.150 personas.