La quinta ola remite en Burgos, que mantiene solo un indicador en riesgo extremo

La estadística de la pandemia en el resto de índices continúa descendiendo, si bien a un ritmo más lento que en otras oleadas anteriores de coronavirus. De esta forma, en riesgo alto sigue la incidencia acumulada a 14 días con 194,04 casos por 100.000 habitantes; la tasa a siete días con 78,01 casos; la incidencia acumulada a siete días de personas mayores de 65 con un índice de 72,27; también en naranja permanece el porcentaje de ocupación de camas cuidados críticos por casos de covid con un 17,78% y el porcentaje de casos con trazabilidad, que representa el 41,57% del total de positivos.

Hasta el riesgo medio ha bajado la positividad global de las pruebas diagnósticas por semana que se sitúa en el 8,43% y también la ocupación de camas de hospitalización por casos de coronavirus con un 5,29%.

Sin embargo, todavía no hay ningun indicador en la provincia de Burgos que haya alcanzado parámetros de nueva normalidad desde que estallara la quinta ola en el mes de julio.

Este lunes se han notificado 44 pacientes ingresados en planta en alguno de los tres hospitales burgaleses. 25 de ellos se encuentran en el HUBU, mientras que nueve más permanecen en el Santiago Apóstol de Miranda de Ebro y otros diez en el Santos Reyes de Aranda de Duero.

La ocupación en la unidad de críticos del Hospital Universitario de Burgos también va cedienco y en la última jornada son ocho las personas ingresadas en estado grave con la infección en la UCI. Se trata de un paciente más que el día anterior, pero los mismos que hace dos jornadas.

Por otro lado, el número de muertes de personas con la enfermedad por coronavirus registradas en los últimos siete días asciende a ocho, con lo que ya son 779 las personas que han perdido la vida con la covid en los hospitales de la provincia.

El índice reproductivo básico, que mide el ritmo de contagio, sube de 0,78 a 0,83 en los últimos cuatro días en Burgos. Sin embargo, se mantiene por debajo de uno, lo que significa que cada burgalés contagiado no llega a infectar a otra persona.