La prohibición de acceder a locales de ocio para los no vacunados afectaría a 30.000 burgaleses

Según ha comunicado el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, esta opción se baraja si la incidencia, en ascenso en Castilla y León, vuelve a traducirse en un incremento de la presión en los hospitales.

Empieza a preocupar el crecimiento «constante» de la incidencia de contagios en Castilla y León y desde la Junta miran hacia la población que ha decidido no vacunarse frente a la covid-19. Son «decenas de miles» de personas, concentradas en la franja que va de los 20 a los 55 años, que no han recibido el pinchazo, según explicaba el propio Igea y, a pesar de moverse entre una mayoría que tiene la pauta completa de vacunación, «son mucha gente, si la gente se empieza a poner mala», ha reconocido el vicepresidente.

Esto ha llevado a Sanidad a estudiar alternativas para evitar que la pandemia vuelva a alcanzar cifras dramáticas. Será la situación de los hospitales la que marque la decisión de volver a aplicar limitaciones empezando por «aquellas personas que han decidido voluntariamente no inmunizarse, porque «no tendría sentido que pagaran justos por pecadores».

En Cuidados Intensivos hay 18 pacientes, de los que el 34% está sin vacunar. De los 96 ingresados en planta por la covid-19 –que eran 44 el 15 de octubre– el 15% son no vacunados. La evolución de estos pacientes, según los profesionales sanitarios, es más complicada que la de aquellos que se han contagiado pero estaban vacunados.

En la provincia de Burgos hay 34 personas hospitalizadas en planta con la covid confirmada. De ellas, 22 se encuentran en el HUBU, otras diez en el Santos Reyes de Aranda de Duero y dos en el Santiago Apóstol de Miranda de Ebro. A estos pacientes hay que sumar cuatro más que permanecen en la unidad de críticos.

En estos momentos, son 288.572 los burgaleses mayores de 12 años que han recibido la pauta completa de la vacuna contra la covid, según la última actualización en el portal de datos abiertos de la Junta de Castilla y León.

La opción de restringir accesos a quienes no hayan querido recibir la inmunización contra el virus ya se aplica en comunidades como Galicia y también en otros países de la Unión Europea.