Desde que se conocieron los primeros casos de coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad han informado con detalle para evitar que la crisis sanitaria se convierta en un estallido de pánico.
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Son una amplia familia de virus que ... se encuentran tanto en animales como en humanos. Algunos infectan al ser humano y causan diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El nuevo coronavirus se llama SARS-CoV-2 y la enfermedad que causa el SARS-CoV-2 se denomina Covid-19.
Los más comunes incluyen fiebre, tos y sensación de falta de aire y puede haber síntomas digestivos como diarrea y dolor abdominal. En casos más graves, la infección puede causar neumonía, dificultades importantes para respirar, fallo renal o incluso, la muerte.
A través del contacto con animales infectados o por contacto estrecho (en nariz, ojos o boca) con las secreciones respiratorias que se generan con la tos o el estornudo de una persona enferma. Parece poco probable la transmisión por el aire a distancias mayores de uno o dos metros.
Todavía no, pero se están empleando algunos antivirales que han demostrado cierta eficacia. Sí existen muchos tratamientos para controlar sus síntomas.
Como con otras enfermedades respiratorias, se recomienda una higiene de manos frecuentes (lavado de agua y jabón y soluciones alcohólicas), especialmente después de mantener contacto directo con personas que muestren signos de afección respiratoria como tos o estornudos; mantener un metro o dos de distancia con personas que puedan mostrar síntomas y evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca. En España no hay que tomar precauciones especiales ni con animales ni con alimentos.
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Su uso no garantiza por sí solo que no se contraigan infecciones y debe combinarse con la higiene respiratoria y de manos y la evitación del contacto directo. En realidad, la OMS aconseja el uso racional de las mascarillas para evitar el derroche innecesario de recursos valiosos y su posible uso indebido, de manera que una persona sólo debe utilizar una mascarilla si presenta síntomas respiratorios (tos o estornudos), si sospecha que tiene síntomas leves o si está cuidando de alguien de quien se sospeche que está infectado.
En ambos casos presentan síntomas respiratorios como fiebre, tos y rinorrea. Y aunque muchos de los síntomas son similares, los provocan virus diferentes. Debido a sus semejanzas, puede ser difícil determinar la enfermedad solamente a partir de los síntomas. Por ello se requiere pruebas de laboratorio.
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