«Llevo dos años esperando la prótesis y voy a peor, no puedo caminar más de diez minutos»

Este burgalés de 50 años que prefiere no ser identificado con nombre y apellidos, relata que antes de que estallara la pandemia, en 2019, ya le dieron un año de lista de espera para someterse a la intervención. «Para este tipo de operaciones la ley establece un máximo de tiempo que no se está cumpliendo, para prótesis de cadera está en seis meses y se ha sobrepasado con creces, la situación es denunciable», manifiesta.

Afirma no comprender cómo es posible que se haya normalizado el trámite de interponer reclamaciones en Atención al Paciente, «cuando debería ser lo extraordinario y aquí es la norma». En este sentido, recuerda que cuando le volvieron a citar tras la pandemia, ya para dos años vista, su propio médico le recomendó acudir a Atención al Paciente: «Son conscientes de que hay un problema y de que la lista de espera es larguísima y no se puede hacer nada».

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Fue el pasado mes de julio cuando presentó la reclamación en Atención al Paciente del hospital Universitario de Burgos y, al no tener tampoco respuesta, hizo lo propio el día 24 de agosto de este mismo año ante la Delegación de Salud de Burgos. Por el momento, reconoce que no le han ofrecido ninguna solción y tampoco se plantea acudir a la sanidad privada.

Este retraso le está ocasionando múltiples complicaciones para hacer vida normal, pero se mantiene optimista, «hasta ahora he ido capeando las cosas, me muevo en bicicleta porque al ir sentado voy a mejor a la oficina, porque no puedo ir andando», señala. «Algunos días sí que he tenido muchísimos dolores y tengo que tomar analgésicos, no hay más solución que operar. No puedo hacer planes nunca, no sé a qué atenerme, estoy muy limitado con este problema desde hace dos años y cada vez peor», confiesa.

Además, al ser arquitecto, con su artrosis de cadera hay actividades que no puede desarrollar: «No puedo ir a visitar obras que tendría que ir a ver, porque con la cadera como la tengo es imposible». Ahora solo espera que se agilicen los trámites para recuperar el tiempo perdido, porque «los años pasan y no se recuperan», concluye.