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Jóvenes turistas en Barcelona en junio. Reuters
La 'ola joven', a examen

La 'ola joven', a examen

La incidencia acumulada ha tocado techo en España, pero el pico de la ocupación hospitalaria tardará tres semanas y el de muertes, cuatro

sara rubio

Madrid

Lunes, 2 de agosto 2021, 00:04

La quinta ola de la covid-19 ha disparado todos los indicadores en nuestro país y ha vuelto a poner a prueba a la sanidad pública. El número de muertes y de hospitalizados ha crecido, pero no al ritmo que lo hizo en la tercera ola, que sigue siendo la que más fuerte azotó a España -de la primera no se tienen datos fiables-. Esto se debe principalmente a que los contagios se han registrado entre los jóvenes menores de 30 años por ser el único tramo en incorporarse a la estrategia de vacunación y por la relajación en las restricciones. «Una ola muy explosiva, centrada en la población sin vacunar, asociada a grandes brotes del ocio nocturno y con un impacto hospitalario menor que en otras ocasiones, pero que aún así es importante en algunos lugares como Cataluña», explica Pedro Gullón, epidemiólogo, especialista en Salud Pública y profesor de la Universidad de Alcalá.

Mario Fontán, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, destaca que la quinta ola «ha tenido un incremento inesperado de casos de covid, estos pueden estar asociados a algunos factores como la falta de restricciones en la movilidad, los viajes, eventos sociales y contactos entre población no vacunada».

Los datos de incidencia acumulada apuntan a que España ya ha alcanzado el pico de la ola y la cifra de positivos que se detecta cada día ha empezado a descender, pero la ocupación de camas y la mortalidad no baja al mismo ritmo que lo hace la incidencia. «El pico de ocupación hospitalaria no llegará hasta dentro de dos o tres semanas y el de mortalidad, hasta dentro de cuatro semanas», indica Gullón.

LA CLAVE:

  • Pedro Gullón - Epidemiólogo. «Si esta quinta ola hubiera ocurrido sin vacunas, el drama habría sido igual que en la primera»

  • Mario Fontán. «Que otros países tomen medidas para forzar la vacunación es un signo de debilidad»

Al inicio de la quinta ola, el día 22 de junio, había 2.691 pacientes ingresados en hospitales por la covid-19. El 27 de julio, justo un mes después, el número de ingresados fue de 9.522. En un mes, la cifra de ingresos en España se disparó y aumentó en más de 7.000. En cuanto a la incidencia acumulada (IA), el día 22 de junio se situaba en 92 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días y en el pico de la ola, que se registró el pasado 26 de julio, esta cifra subió hasta los 700 casos por cada 100.000, lo que supone un aumento de 608 puntos y sitúa toda España en nivel de alerta extremo, según el semáforo covid aprobado por el Ministerio de Sanidad.

Sin embargo, si ponemos en comparación la quinta ola con la tercera, en el pico de esa se registraron 32.023 pacientes ingresados (1 de febrero), de los cuales 4.894 precisaron cuidados de UCI. Ahora, en el pico de esta quinta ola, el número de contagios supera los cuatro millones, sin embargo, menos de 10.000 pacientes han precisado cuidados intensivos. «Si esto hubiera ocurrido sin vacunas, el drama sería parecido al de la primera», apunta Gullón.

«El patrón de movilidad y de contacto social era distinto por las épocas, y con la vacuna se ha logrado que el impacto sea menor en fallecimientos y hospitalizaciones», destaca Fontán.

La denominada 'ola joven' no ha afectado de la misma manera a todas las comunidades autónomas. En Cataluña, se han registrado los mayores datos de incidencia y de ingresos en UCI de todo el país. Si el 22 de junio tenían un 11,86% de las camas ocupadas, el 27 de julio ya contaban con el 44,39%. De hecho, llegó a ser la zona con más contagios de toda Europa. «Cataluña fue uno de los lugares cero de esta quinta ola. Los viajes de fin de estudios a Salou, la acumulación de grandes discotecas y el turismo han hecho que fuera uno de los primeros sitios donde se empezaron a encontrar supercontagiadores», asegura Gullón.

Atención primaria saturada

Los centros de salud han sido quienes más ha sufrido los efectos de esta fase pandémica, porque «aunque los casos sean leves, existen y hay que hacer un seguimiento médico en atención primaria», explica Gullón. Además de la presión, hay que añadir la finalización de los contratos covid y el periodo vacacional de muchos sanitarios.

Fontán apunta que «cuando el problema llega a los hospitales, la atención primaria ya está desbordada». Las vacunas han sido el elemento clave para que los casos no se hayan traducido en muertes en España. «No nos estamos enfrentando a ningún problema a la hora de vacunar, a veces en las redes se genera debate sobre si hay que tomar medidas como en otros países -en Francia se necesita el certificado covid para acudir al ocio-, y lo cierto es que tenemos una cobertura vacunal muy grande y que otros países tomen medidas para forzar la vacunación es un signo de debilidad y en nuestro caso, de fortaleza», señala Fontán. «Si la vacunación sigue igual de bien, lo previsible es que las olas cada vez tengan menos impacto», apunta.

Diferencias entre comunidades

Cataluña ha sido la comunidad que más casos de coronavirus ha registrado en esta quinta ola: ha sobrepasado los 800.000 positivos y de ellos casi 3.000 han requerido hospitalización. El porcentaje de ocupación de la camas UCI ha llegado hasta el 44%. En Madrid el nivel de contagios también ha rozado los 800.000 pero los ingresos en UCI no llegaron al 18%. Las autonomías que han superado los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes son Cataluña y Navarra.

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