Los obispos instan a los fieles a ver la misa por radio y televisión

Los ancianos, enfermos crónicos y cuidadores de estos deben abstenerse de acudir a la eucaristía a la vista de su «vulnerabilidad».

La jerarquía eclesiástica cree que las misas pueden contar con la sola presencia del sacerdote y un pequeño grupo convocado por el celebrante. En casos de eucaristías abiertas al público es recomendable «evitar la concentración de personas». Cada obispo puede dispensar también del cumplimiento de la misa dominical.

A los funerales y exequias deben concurrir solo los más allegados, y los deudos prescindirán de desfiles funerarios. La comunión se recibirá de «manera extraordinaria» en la mano, al tiempo que los sacerdotes deben desinfectarse las manos para celebrar el sacramento. Por añadidura, es necesario evitar el estrechamiento de manos en el rito de la paz.

Por la mañana, en RNE, el presidente del episcopado y arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, decía que la posible suspensión de procesiones y actos de la Semana Santa sería una decisión de consenso entre el Gobierno y la Iglesia. Pero por la noche, la Conferencia decía en un comunicado que «las procesiones de este tiempo han de suprimirse», aunque sin precisar si se refería a dicha Semana Santa.

A ese respecto, las diócesis de Alicante, Ceuta, Valladolid y Mérida-Badajoz, entre otras, ya han sido las primeras en dar el 'Stop' a los penitentes. «Esto es un sinvivir», se desahogó el cardenal Omella, desconcertado por cierta descoordinación oficial.