Las muertes por coronavirus vuelven a caer en España con 517 en las últimas 24 horas

Otro dato positivo son los pacientes a los que el Ministerio de Sanidad cataloga como curados, que suman 64.727 en el último recuento (el 38,2% del total de personas infectadas), lo que significa que 2.336 fueron dados de alta entre el sábado y el domingo pasado. Sin embargo, este dato supone 946 personas menos que las registradas el día anterior.

El temido pico de la pandemia habría quedado atrás, algo que reconoce abiertamente el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que este lunes dejó de lado por un momento la cautela que le caracteriza para afirmarlo abiertamente. También adelantó que a partir de esta semana comienza una segunda etapa, cuyo objetivo es «doblegar la curva del coronavirus».

Sin embargo, los datos de estos últimos días deben ser analizados con cautela. Desde el comité de seguimiento del coronavirus recuerdan que se recabaron a lo largo de varios fechas festivas, por lo que este martes podría experimentarse un repunte debido a la acumulación de casos no notificados.

Pese al retraso en las notificaciones de las comunidades autónomas y a que se siguen sin realizar test a toda la población –que serviría para obtener una imagen global de la situación– el grupo de expertos que asesora al Gobierno valora la tendencia de forma positiva, sobre todo los casos de ingresos hospitalarios y de UCI, «que presentan un incremento del solo 2%», explicó ayer la jefa de área del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, María José Sierra.

La doctora matizó que los contagios que se están notificando estos días se produjeron durante las dos primeras semanas de confinamiento, por lo que los efectos de la hibernación de la economía, que se puso en marcha con la anterior extensión del estado de alarma, «no se verán hasta los próximos días».

Tampoco se percibirá, por ahora, la repercusión de la vuelta a sus puestos de los trabajadores no esenciales, que se inició este lunes en aquellas comunidades donde no era día festivo. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, negó que se hubieran producido aglomeraciones en los principales nodos de transporte urbano del país y calificó de «escaso y razonado» el aumento de desplazamiento respecto a las dos semanas anteriores.

Por eso Illa considera que, una vez reducida la movilidad, los hogares se han convertido en un «foco importante de contagio», al igual que las residencias de mayores, e insiste en que las personas que tengan «la más mínima sintomatología en sus hogares» se pongan en contacto con los centros sanitarios, tomen medidas «estrictas» de aislamiento e higiene y eviten «al máximo» los contactos con los otros habitantes de su domicilio.

También recuerda que las mascarillas que se han empezado a repartir en los transportes públicos son una medida más de protección, «un complemento», pero no el más crucial para frenar la transmisión del virus. «Lo más importante es la detección temprana y el aislamiento, que los casos que empiezan síntomas se aíslen; eso es lo que nos está ayudando, además de la higiene y el distanciamiento», añadió la doctora Sierra al respecto.

La detección temprana es el principal obstáculo que está frenando a los países occidentales en su lucha contra la pandemia. En el caso de España, el Gobierno fiará sus decisiones futuras a los resultados del test de seroprevalencia que empezará a aplicarse en «los próximos días» a más de 60.000 ciudadanos de 30.000 familias «representativas».«Servirá para ver qué porcentaje de la población ha superado la enfermedad», especifica Sierra. Un indicador que marcará el desconfinamiento.