Los nuevos contagios caen a 182 en toda España, la cifra más baja desde el 5 de marzo

Ahora, en plena desescalada, el objetivo de las autoridades sanitarias es vigilar y controlar los focos que se vayan produciendo. Estos nuevos positivos, por ahora, se concentran en la Comunidad de Madrid (67) y Cataluña (39) –cuyos territorios continúan en fase 1 y concentran casi el 72% del total–; Aragón (18), pese a que hace solo cuatro días diagnosticaba cero casos, y Navarra (17).

El peligro vuelve a estar, como ocurrió aquél 5 de marzo, en que los brotes se descontrolen y provoquen una oleada epidémica que frene el desconfinamiento, lo que acaba de suceder en Corea del Sur. Preocupan especialmente que se repitan situaciones similares al foco de Lleida, donde la semana pasada «una inocente fiesta de cumpleaños» acabó con 20 infectados (algunos de ellos, graves) y con el pase a la fase 2 de todos los habitantes de dicha región sanitaria aplazado una semana más.

Los expertos insisten en «no relajar las precauciones durante la desescalada» y apelan diariamente a adoptar «una mayor responsabilidad individual», como se empeña en repetir el director del Centro de Alertas Sanitarias, Fernando Simón. «Distancia de seguridad, lavado de manos y mascarillas» es la sagrada trinidad de esta «nueva normalidad».

Pero los datos presentados diariamente por Sanidad, aunque más eficaces para vigilar la epidemia con lupa, siguen sin ofrecer la imagen real de la situación. Tres meses después del inicio de la crisis sanitaria, estos continúan en constante revisión y «seguirán observándose divergencias en los próximos días», reconoció de nuevo el doctor Simón. El desbarajuste más llamativo se produjo el lunes pasado, cuando se rebajaron de golpe 2.000 fallecidos de un día para otro de la lista total de muertes –«hay duplicados y víctimas cuya defunción sigue sin poder ubicarse», justicaron–, y se repitió ayer con la cifra de contagios, que pasó en 24 horas de 236.769 postivos totales a 237.906, es decir, 1.137 más pese a que los diagnósticos con PCR solo ascendieron 182.

En medio de este reajuste, el número de fallecidos que las autoridades registraron el día anterior fue de 38 nuevas víctimas, cuyas defunciones se produjeron a lo largo de la semana anterior (metodología con la se se llevan notificando desde el pasado lunes). Sin embargo, Sanidad sigue intentando eliminar las divergencias de su serie histórica y, si comparamos el total de muertes con el de ayer, solo una persona habría fallecido en el día anterior.

En la última semana también se hospitalizó 301 pacientes por Covid-19, 11 de ellas requieron ingreso en UCI por el agravamiento de su situación.

Ahora, en plena desescalada, estos nuevos positivos se concentran en la Comunidad de Madrid (67), Cataluña (39)y Aragón (18), que hace solo cuatro días diagnosticaba cuatro casos.

El peligro vuelve a estar, como el 5 de marzo, en que algún brote se descontrole y provoque una nueva oleada epidémica que frene el desconfinamiento. Preocupa especialmente que se repita el producido en Lleida, donde «una inocente fiesta de cumpleaños» acabó con 20 infectados (algunos de ellos, graves) y con el área sanitaria una semana más en fase 1, cuando estaba a punto de avanzar.

En cuanto al número de fallecidos, las autoridades registraron 38 nuevas víctimas en las últimas 24 horas, cuyas defunciones se produjeron a lo largo de la semana anterior, tal y como lleva se lleva notificando desde el pasado lunes. Sin embargo, Sanidad sigue intentando eliminar las divergencias de su serie histórica y, si comparamos el total de muertes con el de ayer, solo una persona habría fallecido en el día anterior.

En la última semana también se hospitalizó 301 pacientes por Covid-19, 11 de ellas requieron ingreso en UCI por el agravamiento de su situación.