La lista de espera quirúrgica se incrementa un 2,57% en Burgos en tres meses

De acuerdo a los datos ofrecidos hoy por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, a finales de marzo había un total de 9.762 personas esperando en Burgos para pasar por quirófano. Se trata de 245 pacientes más que a finales del año pasado, lo que implica un incremento del 2,57%, que no hace sino empeorar la situación que ya se arrastraba desde antes incluso de la llegada de la covid-19.

La inmensa mayoría de todos esos pacientes están adscritos al Hospital Universitario de Burgos (HUBU), que es el centro hospitalario con mayor lista de espera de toda la comunidad. En total, sólo en el HUBU hay 8.451 personas esperando ser intervenidos quirúrgicamente, de los que 7.332 corresponden a la lista de espera estructural, mientras que otros 371 son pacientes transitoriamente no programables por haber solicitado el aplazamiento o haber entendido el responsable médico que era mejor esperar. Por su parte, otros 748 son pacientes que han rechazado ser intervenidos en otros centros. El incremento de la lista completa es del 3,24% en el último trimestre.

El HUBU, además, presenta el mayor tiempo de espera medio de toda la comunidad, con 204 días. Sólo el Hospital Universitario de Salamanca, con una espera media de 203 días, se acerca a los registros del HUBU, que también ha empeorado en este aspecto. La media del conjunto de Castilla y León son 139 días de espera.

También ha empeorado sus registros en el último año el Hospital Santos Reyes de Aranda de Duero, con un total de 671 personas en al lista de espera, 48 más que hace un año (un 7,7% más). De esta forma, el único centro hospitalario de la provincia que ofrece una buena dinámica en este aspecto es el Santiago Apóstol de Miranda, que cuenta actualmente con una lista de espera de 640 pacientes, 69 menos que hace apenas tres meses (un 9,73% menos).

Con todo, los tres hospitales han cumplido al 100% con la exigencia de las intervenciones declaradas de nivel 1, que son aquellas que no pueden demorarse más de un mes desde su programación. Todas y cada una de esas intervenciones se han llevado a cabo en el plazo exigido.

No sucede lo mismo con las intervenciones declaradas de nivel 2 (90 días) y de nivel 3 (180 días), sobre todo en el HUBU, que es uno de los hospitales con menor grado de cumplimiento de los plazos y con mayor tiempo de espera de toda la comunidad. En este sentido, apenas el 47,5% de las intervenciones de nivel 2 y el 55% de las intervenciones de nivel 3 se llevan a cabo dentro del plazo idóneo en el complejo hospitalario de la capital provincial. En el lado opuesto se sitúa el Santiago Apóstol, que roza la perfección en ambos niveles de prioridad.

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