La incidencia cae por debajo de los 300 casos en Burgos, que mantiene 65 municipios en riesgo muy alto

La tendencia de contagios en Burgos se mantiene a la baja y, de hecho, la incidencia a siete días se encuentra en 125 casos por 100.000 habitantes, lo que supone rebajar el nivel de riesgo de muy alto a alto, el primer paso para seguir mejorando. Eso sí, el índice reproductivo básico, que mide la velocidad de transmisión del virus, ha aumentado y se sitúa en el 0,85, entre los más altos de Castilla y León.

Los datos de incidencia a catorce días, esos 268 casos, nos devuelven a fechas de principios del verano. No se veían desde el 1 de julio, cuando arrancaba la quinta ola, después de haber conseguido bajar hasta los 74,3 casos del 23 de junio. Tenemos que retrotraernos hasta mediados de mayo para encontrar una cifra similar a la de ahora, también en plena desescalada de la cuarta ola, según se desprende de los datos colgados por la Junta en el Portal de Transparencia.

Si analizamos las cifras por municipios, 65 localidades se encuentran todavía en riesgo muy alto, con más de 250 casos por 100.000 habitantes. Destacan evoluciones como la de Salas de los Infantes, que presenta más de 1.800 casos. El brote en la residencia de Oña ha hecho elevar también la incidencia en la localidad hsata los 1.794 casos. Y entorno a los 750 se encuentra Villarcayo.

Mientras, en Quintanar de la Sierra la incidencia se encuentra en 561 casos y es de 485 en Espinosa de los Monteros y de 450 en Arcos. Son las cifras más destacadas dentro de la información que ofrece la Junta, que no facilita datos de incidencia de todos los municipios, solo de algunos de ellos, aunque sí los clasifica en función de su nivel de riesgo.

Así, junto a las 65 localidades en riesgo muy alto se encuentran también 9 en riesgo alto, 9 en riesgo medio y una única en riesgo bajo, Roa, con 46 casos por 100.000 habitantes a catorce días (es la primera vez, desde junio, que se registra un municipio en riesgo bajo). Mientras, son 287 los municipios que se encuentran bajo el criterio de 'nueva normalidad', con incidencia nula o mínima de la covid-19.

Pese a la buena evolución de la provincia, la situación en algunos municipios preocupa a la Junta, como es el caso de Aranda de Duero, cuya incidencia se sitúa en los 346,5 casos a catorce días, tras un repunte en las últimas jornadas. El tope de la quinta ola se alcanzó el 19 de julio, con 1.075 casos. Desde entonces, se ha ido bajando pero a ritmo menor y con algunos retrocesos.

La incidencia es elevada también Miranda, con 260 casos por 100.000 habitantes. Al igual que Aranda, la ciudad del Ebro se encuentra en riesgo muy alto. Su tope se alcanzó algo más tarde, el 24 de julio con 1.335 casos, pero en junio llegó a bajar a 22 casos por 100.000 habitantes. Mientras, en Burgos capital se ha bajado a riesgo alto, con 156 casos, tras superar los 2.000 casos en el mes de julio.