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La imagen que presenta el hospital Universitario de Burgos se asemeja ya a la de oleadas covid previas a la vacunación masiva. A lo largo de esta semana, alcanzando los 111 ingresos en planta, rozaba ya las cifras del pasado mes de julio, las más ... altas desde la ola de noviembre de 2020.
Si bien es cierto que la explosión de la incidencia en el último mes no ha derivado en el colapso hospitalario en la provincia, también lo es que el elevado número de contagios sí ha provocado un aumento de la presión asistencial. De esta forma, con 105 pacientes covid en el HUBU según la última actualización de datos de Sanidad, la gerencia se veía obligada el pasado miércoles a blindar el hospital.
Medidas aún más restrictivas con las que únicamente los menores de edad y los pacientes dependientes pueden recibir acompañamiento y siempre por parte de la misma persona. Se trata de las medidas más estrictas desde que se completó la vacunación el pasado verano.
La ocupación en la unidad de críticos también es comprometida. El pasado 7 de enero alcanzó 18 pacientes y este viernes notificaba 15. La última vez que la UCI soportó estas cifras fue en agosto de 2021, cuando llegó a superar la veintena de enfermos graves a causa de la infección.
Eso sí, son la mitad de los que registró en marzo de 2021, cuando llegaron a ser 30 los ingresados de gravedad y dista mucho de los peores momentos de la pandemia, que llevaron la UCI de Burgos al límite con 55 personas en abril de 2020.
Tal y como explicaba el consero de Sanidad, Alejandro Vázquez, las personas ingresadas en las UCI de Castilla y León están contagiadas de la variante Delta y, en su mayoría, son burgaleses que se infectaron antes de recibir la tercera dosis o que no han recibido ninguna.
Las media de edad de los pacientes críticos de la región es de 61,7 años. El más joven tiene 36 y el más mayor 86. En planta la horquilla aumenta, la edad media es de 76 años, siendo el paciente más joven de 21 y el más mayor de 101.
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A pesar de la sexta ola, el HUBU ha demostrado su plasticidad y capacidad de reacción de nuevo y el aumento de la presión no ha condicionado, de momento, la actividad normal del hospital. Las consultas se mantienen, con el único requisito de restringir el acompañamiento, y los quirófanos siguen funcionando.
La actividad quirúrgica y las consultas con especialistas acumulan retrasos a causa de los nuevos positivos detectados y de los recursos necesarios para mantener las plantas destinadas a la covid en el complejo asistencial, pero no se ha cancelado ninguna actividad hasta la fecha como sí ocurrió en olas anteriores.
Habrá que esperar para ver si el número de nuevos positivos a lo largo de este fin de semana y de los próximos días se traduce en un aumento de la presión en el hospital y si la dirección se verá obligada a tomar más medidas. Por ahora, con 20.000 burgaleses contagiados, el HUBU resite.
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