La Unidad de Investigación del Complejo Asistencial Universitario de Burgos trabaja en una línea de investigación que puede ayudar a las personas que sufran la sección de un nervio. Al frente de este estudio se encuentran Jorge Labrador, responsable de la Unidad de Investigación, y María Rodríguez, doctora en veterinaria y responsable del área de Medicina y Cirugía Experimental.
Publicidad
Desde este área de investigación está llevando a cabo un ensayo preclínico en ratas, que lleva por nombre 'Evaluación de la capacidad regenerativa del secretoma de células troncales en un modelo de neuromnesis en rata'.
Dicho de esta manera quizás no se entienda la magnitud del trabajo, pero como explica María Rodríguez, su intención es «evaluar la capacidad regenerativa que tiene las células troncales mesenquimales, que comúnmente son conocidas como células madre» para regenerar nervios. Pero como aclara la veterinaria, su enfoque es «mucho más novedoso» y, además, «con un horizonte muy prometedor, que es utilizar lo que las células madre, al crecer en sus cultivos, secretan al medio, que es el secretoma».
De esta manera sería una terapia «libre de células», lo que ofrece muchos beneficios. «Además de de temas éticos de la utilización de células de origen humano, vamos a evitar efectos secundarios, como puede ser la generación de tumores o rechazos, utilizando ese líquido en el que crecen las células madre», explica la veterinaria.
Estas células tienen la capacidad de secretar al medio en el que crecen todos los factores beneficiosos que participan en la regeneración del tejido nervioso. Además, va a evitar muchos posibles efectos secundarios ya que se congela a -80º C. «Como no tiene células y es un líquido proteico dura congelado largos periodos de tiempo y se puede manipular fácilmente sin efectos secundarios», explican.
Publicidad
Tras la realización de estudios previos, se han «visto beneficios al utilizar exclusivamente el medio donde crecen las células». Es por ello que la idea de este proyecto «es ir a la lesión más grave, la sección de un nervio».
«Hasta ahora, cuando se secciona un nervio los cirujanos plásticos lo reconstruyen, pero realmente se ve una mejoría en el tiempo muy lenta y con muy poca recuperación», indica María Rodríguez. «En nuestro nuestra opción terapéutica, y lo que queremos demostrar, es que utilizando este secretoma, además de la reconstrucción quirúrgica, va a haber una regeneración nerviosa que va a pues a mejorar la funcionalidad de ese nervio en posibles pacientes», relata.
Publicidad
Para ello están realizando «un ensayo preclínico en animales con un modelo rata donde cirujanos plásticos del HUBU han participado realizando esa lesión a la rata y reconstruyéndola». «De esa manera hay ratas tratadas con este secretoma de células madre y ratas sin tratar. Estamos desarrollándolo durante este año 2024 en el HUBU, con, por ahora, expectativas muy, muy positivas», afirma la doctora.
El proyecto aún no está finalizado, pero en las evaluaciones que han llevando a cabo durante este año el equipo que trabaja con estas ratas han comprobado que los animales tratadas con el secretoma de células troncales mesenquimales tienen «más funcionalidad» del nervio ciático, el que están utilizando como modelo, que en aquellas que no han sido tratadas y solamente ha habido una reconstrucción quirúrgica del nervio.
Publicidad
Actualmente, este proyecto es un estudio preclínico, es decir, hay un modelo experimental animal en el que van a demostrar la eficacia de sus hipótesis con respecto al secretoma. Para poder probarlo en humanos habrá que espera a que la Agencia Española del Medicamento apruebe un ensayo clínico en el que se utilice.
«Hay evaluaciones al medio proyecto en el que ya hay datos. Se les ha realizado electromiografias (prueba que determina el daño de un nervio) a las ratas y hay datos de que el grupo tratado por secretoma tiene potenciales de reinervación con más amplitud y más numerosos. Es decir, que el nervio va regenerando a mayor velocidad que las que no están tratadas», resume María Rodríguez.
Publicidad
Pero, además, durante este estudio también han comprobado que las células madre extraídas de la grasa, ya que se pueden obtener tanto de la grasa como de la médula ósea, tienen los mismos beneficios pero son mucho más fácil de obtener, lo que simplificaría toda la terapia. «Son células que generan mucha menos inmunogenicidad (es decir, tienen menos capacidad de activar el sistema inmunitario e inducir una respuesta inmune). «Es mucho más fácil su manejo que el de las células de médula ósea, con lo cual, simplemente, es una extracción de una pequeña porción de grasa», simplifican los investigadores.
Todavía queda mucho para que esta terapia se emplee en humanos, pero los resultados obtenidos por la Unidad de Investigación hace pensar que pronto podrá utilizar para dotar de una mejor recuperación a las personas que sufran la sección de un nervio.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La bodega del siglo XIV que elabora vino de 20 años y el primer vermut de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.