El HUBU busca en el inminente nombramiento del jefe de Urgencias la solución a los problemas del servicio

Han pasado casi cuatro meses desde que el doctor Francisco Callado presentara su dimisión por motivos personales. Con su marcha se generó un vacío que espera ser recuperado de una manera inmediata, aunque precisamente esta figura no solventará toda la problemática del servicio.

La falta de profesionales, de una plantilla de 32 hay 24 (contando bajas y vacantes) y tres contratados solo para guardias, y el aumento de pacientes tras apaciguarse la crisis de la covid, son los primeros problemas que tendrá que abordar el nuevo responsable del área.

Las quejas de una parte del servicio han salido a la luz en los últimos meses, cuando aseguraban sentirse colapsados, precisamente, ante el aumento de urgencias y por la falta de profesionales. Esa parte la reconoció la dirección del HUBU, que ha escuchado las propuestas de los sanitarios para hallar un consenso unilateral.

La comunicación entre dirección y servicio es constante y más en estas semanas, cuando se han reajustado calendarios laborales (decisión que no ha gustado a todos los profesionales) para seguir prestando el servicio de 24 horas a los burgaleses.