El Hospital de Burgos mantiene a los pacientes covid-19 en la planta H7, con ingresos fluidos y de menor gravedad

Actualmente, el HUBU cuenta con 15 pacientes ingresados con covid-19. La mayoría de las hospitalizaciones son como consecuencia de los contagios pero también hay pacientes a los que se les ha detectado el virus cuando han acudido a una intervención quirúrgica, pues «no se produce ningún ingreso sin prueba PCR», explica Antonio de las Heras, director médico del HUBU. Y lo mismo ocurre en el caso de los pacientes en UCI, que son 7 en estos momentos.

El Hospital Universitario de Burgos sigue fielmente el plan de escalada-desescalada. De este modo, los pacientes con covid-19 se encuentran en la planta H7, la destinada a este tipo de infecciones contagiosas. Tiene capacidad para entre 25 y 30 pacientes, comenta De las Heras, así que todavía hay margen de maniobra si se produce un repunte en los ingresos como el que se ha registrado en otras provincias de la región como Valladolid o Salamanca.

Aun así, la dirección del HUBU ha tomado la decisión de preparar la planta H6, que se vació la semana pasada por si es necesario ingresar a pacientes con covid-19. Los pacientes de Urología y Negrología han sido reubicados, pero sin que se haya visto afectada la actividad ordinaria ni la programada. «Todavía no hemos tenido que suspender ninguna actividad por temas covid», afirma el director médico, ni en consultas, pruebas diagnósticas u operaciones, tras recuperarse la actividad.

Y la intención es mantener la actividad programada mientras se afrontan los casos covid-19 y el plan de reescalada está bien definido. Tras ocuparse la planta H6 se seguiría bajando a las plantas 5 y 4 del mismo bloque y, llegado ese momento, el hospital se plantearía la suspensión de la actividad ordinaria. Eso sí, por ahora estamos lejos de llegar a esa situación, insiste Antonio de las Heras, pero están preparados para cualquier contingencia.

Cierto es que el número de hospitalizados en la provincia, 30 entre Burgos (15), Aranda (12) y Miranda (3), nos recuerda a los datos de principios de mayo. No obstante las realidades no son comparables, pues los ingresos ahora son mucho más fluidos. Hay pacientes que entran, están cuatro o cinco días y se van pues las patologías son más leves. En plena primera ola, los ingresos eran más serios, se complicaban rápido y muchos acababan en la UCI.

Ahora la gravedad es menor, explica De las Heras, aunque ha aumentado la horquilla de edad de hospitalizaciones, englobando a los menores de treinta años también. Y gracias al trabajo de Atención Primaria se están haciendo muchas detecciones tempranas y también de asintomáticos, lo que ayuda a frenar los contagios y atender de manera más rápida a los casos más complejos.

Por lo que se refiere a los ingresos en Cuidados Intensivos, actualmente hay 7 personas en la UCI del Hospital de Burgos, la única de la provincia. Son un total de 20 los pacientes que se encuentra en Cuidados Intensivos, de los 26 puestos de los que se dispone, sí que de momento no se requiere de la UCI extendida aunque esté preparada como en cualquier otra situación en la que se pueda desbordar. Además, los pacientes covid se encuentran en una única UCI, la tres.

El director médico del HUBU apuesta por la prudencia y la planificación para sobrellevar este repunte de los contagios y la segunda ola, que está prevista para el otoño. Reconoce que los sanitarios no esperaban rebrotes en verano, y confiaban en tener algo más de tiempo de descanso, porque siguen cansados y saturados. Además, parte de la plantilla continúa de vacaciones. El plan de descansos fijado recoge vacaciones hasta octubre, con un máximo del 33% de la plantilla.

Antonio de las Heras insiste en que, si bien la situación está ahora controlada (pues los 30 hospitalizados que tiene la provincia nada se parecen a los más de 70 de Valladolid o a los 58 de Salamanca), están preocupados por lo que pueda venir. Y eso pese a que se espera una incidencia menor de la gripe, por la vacunación y el uso de mascarillas entre la población general, que evitará contagios.

Por ese motivo, De las Heras apela a la responsabilidad ciudadana. «La prudencia nos va a dar libertad de movimientos en la calle y en el hospital, la imprudencia nos da riesgo», afirma, y recuerda la importancia de usar mascarilla, mantener la distancia de seguridad y lavarnos las manos como medidas preventivas. En lo que afecta al hospital, reducir al mínimo las visitas a pacientes, también los acompañamientos a consultas y acudir solo si es necesario.