«Siendo hiperinmune me siento obligado a donar plasma, puedo ayudar a que muera menos gente»

García lo tiene claro: «Me siento en la obligación de donar plasma porque ayudar a que muera menos gente». En cuanto supo que había desarrollado una inmunidad fuera de lo normal y muy por encima de la media, se ofreció a donar plasma. Y lo descubrió casi por casualidad. «Un tiempo después de haber pasado mi cuarentena y de haberme recuperado, seguía dando positivo y eso a mi médica le pareció raro», reconoce. Por eso decidió someterse al test en una clínica privada, para salir de dudas y saber si tenía inmunidad.

«Me dijeron en noviembre que quintuplicaba el número de anticuerpos, a la gente que tenemos esos resultados nos llaman hiperinmunes», explica. Y fue ese el momento en el que no se lo pensó y se apuntó a donar su plasma. «Lo hago encantado porque veo las cifras diarias de muertos por covid y tengo la obligación de ayudar», confiesa García.

Un proceso, el de transferir plasma, que no es tan sencillo como parece: «Por un lado me sacan la sangre, se quedan con el plasma y me vuelven a transferir mi sangre». Para poder hacerlo, tiene que tomar un medicamento prescrito a personas con problemas circulatorios, porque «licua» la sangre y hace que la extracción del plasma sea más sencilla.

Ha acudido cuatro veces a donar, tres bolsas cada vez, y continúan controlando su nivel de anticuerpos de forma mensual. «De momento sigo teniendo más inmunidad de lo normal, así que mientras siga siendo así, yo seguiré donando».

En ese sentido, se siente «relativamente tranquilo» en plena pandemia, sabe que es un privilegiado porque no puede contagiarse ni contagiar a otros. García está convencido de que muchas personas están en su situación pero desconocen que son hiperinmunes, por eso anima a aquellos que no saben si tienen anticuerpos a que se hagan un test. «Cuanta más gente donemos nuestro plasma, a más personas podremos ayudarr», indica.

Actualmente, 64 personas que han superado la covid ya han donado plasma con anticuerpos en Burgos. En Castilla y León las donaciones ya superan las 670 y se realiza con cita previa.

Los pacientes ingresados en situación grave por la covid-19 pueden ser ayudados con una transfusión de plasma, pero deben estar en un estado de gravedad moderada. «Para pacientes intubados en la UCI la transfusión de plasma convaleciente no sirve. Cuando están muy mal y se ha desarrollado la 'tormenta' de citocinas, que es una reacción inflamatoria ante el virus, transfundir plasma parece no ser efectivo», según explicaba a este periódico Maribel González Fraile, hematóloga y responsable del Área de Donación del Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León.

La hematóloga reconocía que, al no haber mucha información científica al respecto, prefiere que este plasma se transfunda en el contexto de un ensayo clínico en el que se puede probar y analizar la efectividad. «Si se transfunde en cualquier situación y de forma no controlada, no podremos obtener resultados fiables», apuntaba.