El Gobierno rompe la tregua con Ayuso y le pide que cierre Madrid

Defensor de unas restricciones severas para frenar la segunda ola de la pandemia, que se está cebando especialmente con Madrid, Salvador Illa propuso prohibir el consumo en barras en bares y cafeterías y restringir la ocupación de las terrazas de los establecimientos al 50%, pero sobre todo, planteó la necesidad de cerrar la capital y todos los municipios de la región con más de 500 casos por cada 100.000 habitantes, el doble que la media nacional. Frente a eso, el Gobierno de Madrid insistió en su línea 'blanda': decretar el confinamiento para ocho zonas de salud más en la Comunidad, pero nada más.

El lunes, Sánchez y Ayuso acordaron poner fin al enfrentamiento entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid y coordinarse para poner en marcha nuevas medidas, más allá de la perimetración de 37 zonas sanitarias, y el martes se reunieron representantes de estas administraciones en lo que se dió en llamar el 'Grupo Covid' para comenzar a diseñar el nuevo escenario. Lo que ocurrió en ese encuentro difiere según los participantes. La versión del Ministerio de Sanidad es que allí se expusieron las recomendaciones que Illa hizo públicas ayer. Pero según el Gobierno de Madrid, en la cita se analizó un documento de trabajo en el que no había «ninguna recomendación» sobre movilidad. Al contrario, Antonio Zapatero reclamó a Sanidad unos «criterios homogéneos» para todo el país.

La discusión continuó el jueves, con otra reunión del Grupo Covid. Esta vez sí, reconoce el Gobierno de Madrid, el Ministerio de Sanidad puso sobre la mesa las recomendaciones, pero el Ejecutivo de Ayuso las rechazó. «Si las medidas (que había tomado Madrid) eran válidas el lunes y el martes no se mencionó (la posibilidad de más restricciones), no había ocurrido ningún cambio sustancial del lunes al jueves» que justificase, por ejemplo, el cierre de Madrid, argumentó ayer Zapatero. «En Madrid no ha ocurrido de momento nada que nos obligue a modificar nuestro correlato de gestión», insistió.

Una vez más, el Gobierno de Madrid se apoya en criterios económicos para evitar confinamientos más duros, como le reclama Sanidad. «Yo soy médico y mi labor es proteger a los ciudadanos, pero tenemos que ser muy cautos a la hora de plantear medidas que puedan afectar a todo el estado socioeconómico de la comunidad, que a lo mejor se prologan en el tiempo y conllevan unas repercusiones, desde el punto de vista también sanitario, francamente graves», señaló Zapatero, que fue el director del hospital de campaña de Ifema.

Ayuso, que no compareció en la rueda de prensa de este viernes (tampoco lo hizo su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero), sí se pronunció en Twitter. «Más que confinar Madrid nuestra misión es ayudar a las personas. Las medidas que estamos tomando son las adecuadas. Test masivos, aforos, cuarentenas y el resto, a seguir adelante. Y Barajas...», sugirió, dando a entender que el Gobierno central no está tomando medidas suficientes en el aeropuerto para controlar los casos importados (hace semanas, el coordinador de Emergencias, Fernando Simón, afirmó que en Barajas sólo se han detectado 364 positivos).

Durante toda la pandemia, Salvador Illa se ha mostrado partidario del diálogo y de la colaboración entre las administraciones, siempre desde la firmeza en las medidas. Este viernes, sin embargo, cambió de estrategia y dio un golpe sobre la mesa. «Hay que hacer esto (confinar Maddrid), no valen los atajos, y esto es lo que el Gobierno traslada hoy a los ciudadanos de Madrid y de todo el país», aseveró. E incluso más: no cerró la puerta a algún tipo de intervención en Madrid. «El Ministerio recomienda y corresponde a las Comunidades ir tomando las medidas que estimen oportunas», afirmó, pero cuando se le preguntó sobre tomar el control sanitario de la región, respondió: «A ver cómo evolucionan las cosas en los próximos días».