La Fiscalía avisa de adopciones ilegales de perros como excusa para saltarse el confinamiento

El responsable de la unidad de Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado envió el pasado 26 de marzo un oficio a todos los fiscales provinciales de medio ambiente en el que apunta a que se pueden estar realizando adopciones o acogidas durante el estado de alarma que podrían responder a intereses poco claros. «El problema reside en que se desconoce si esas adopciones o acogimientos obedecen a intereses realmente honestos por parte de los adoptantes», señala el escrito.

En la nota, Vercher recuerda que «se está observando que se está produciendo o se ha producido, hasta recientemente, un importante número de adopciones o acogimientos». De hecho, el fiscal cita,algunos centros que reconocen que han entregado en acogida a la totalidad de animales, especialmente perros, desde que se anunicó el estado e alarma. E incuso se están realizando adopciones por vía telemática, aunque con las dificultades lógicas de acceso del adoptante al centro de acogimiento animal.

El titular de Medio Ambiente avisa de que el abandono de los animales tras el estado de alarma supondría un delito recogido en el artículo 337 del Código Penal, por eso insta a que se «proceda penalmente» contra los dueños de las mascotas ante cualquier abandono, para lo que pide la colaboración de «entidades publicas o privadas con competencias en la materia» que puedan esterarse de esta clase de hechos.

El mencionado artículo dice literalmente: «El que abandone a un animal en condiciones en que pueda peligrar su vida o integridad será castigado con una pena de multa de uno a seis meses. Asimismo, el juez podrá imponer la pena de inhabilitación especial de tres meses a un año para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales».

Reclama también a la Unidad de Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado, la apertura de investigaciones en esta línea, «con el objeto de cuantificar el problema y disponer de información al respecto». Esa información permitirá «no sólo estar en condiciones de valorar lo ocurrido, sino también preparar futuras estrategias de repetirse alguna pandemia igual o similar, amén de poder ser utilizada de plantearse algún análisis comparativo con el resto de países de la Unión Europea o de cualquier otro ámbito en el que pueda ser de interés su uso».

«No es momento ni de acoger ni de adoptar animales». La mayoría de protectoras de España son claras ante la pregunta de si es posible adoptar una mascota en el presente estado de alarma. NuevaVida adopciones, VidaConPerros o El Refugio así lo manifiestan. No obstante siempre hay excepciones y alguna que otra -Siempre Fiel en Salamanca- aseguró hace unos días haber entregado todos sus perros en acogidas indefinidas. No obstante parece que no todas estas adopciones se tramitaron en el estado de alarma, sino semanas antes.

En el caso de la protectora El Refugio, una vez anunciada la alarma de crisis sanitaria, suspendieron toda la labor de voluntariado para evitar desplazamientos. Su presidente, Nacho Paunero, cuenta que no detectan actualmente más interés por parte de los ciudadanos y explica que «solo atendemos situaciones de emergencia por nuestros veterinarios, además de facilitar este tipo de atención gratuita a gente que se haya visto perjudicada económicamente por esta pandemia».

Para contribuir a frenar la expansión del virus COVID-19 solo se permite que una persona acuda con su perro al centro veterinario y, una vez allí, es el perro el que entra solo. El responsable del centro cuenta que han iniciado una campaña para recoger a los perros o gatos de aquellas personas contagiadas de coronavirus que se lo solicitan por no poder atenderlos.

Por su parte, el Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad de Madrid también se ocupa estos días de que ninguna mascota se vea afecta o abandonada a causa del estado de alarma, ha indicado el comisionado de Bienestar Animal, Pablo Altozano. Para ello, se han reservado plazas de acogida temporal en las asociaciones, protectoras de animales, perreras municipales y en todas las entidades que reciben ayuda de la Comunidad de Madrid.