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El coronavirus se ha colado en varios centros de diferentes comunidades autónomas donde viven personas mayores. Un amenazador escenario que las autoridades sanitarias querían evitar a toda costa. Así lo confirmó ayer Fernando Simón, el coordinador de Emergencias del Ministerio de Sanidad. «Habrá un impacto ... muy importante en estos grupos, tanto en Madrid como en otras residencias de las que ya tenemos constancia (de que se han producido contagios)», alertó ayer en rueda de prensa. «Son grupos que tenemos que proteger».
Madrid, Soria, Valencia, Vitoria, Ciudad Real, Albacete y Capellades (Barcelona) presentan casos mortales en alguno de sus centros de ancianos. A los 17 fallecimientos ya reconocidos por la Consejería de la Comunidad de Madrid en el complejo de Monte Hermoso -hay otros cuatro residentes en estado crítico en el Hospital Clínico-, se suman otros cinco en un segundo centro de la comunidad, esta vez en Morata de Tajuña, con víctimas de 88 a 94 años, según informaron los responsables del recinto, y otros seis ingresados en hospitales. Tres usuarios más permanecen en sus habitaciones, también contagiados. «En cuanto a los enfermos en otras residencias, estamos tomando todas las precauciones posibles», aseguró una fuente de la Comunidad de Madrid, donde hay medio millar de complejos de este tipo. Entre ellos la residencia Montserrat Caballé, ubicada en Barajas y administrada por Mensajeros por la Paz, que ha reportado dos casos. Esta organización pidió ayer ayuda en un comunicado para poder atajar la situación y evitar más fallecimientos.
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En la vecina comunidad de Castilla y León, a primera hora de la mañana se informó de que en el centro Los Royales de Soria habían muerto una decena de usuarios. Horas más tarde la consejera de Sanidad, Verónica Casado, redujo la cifra a un solo caso y aseguró que los otros nueve residentes habían fallecido por otras patologías, no por coronavirus. La cuarta parte de los 195 internos están en aislamiento, con seis casos confirmados.
También en la Comunidad de Valencia se están produciendo situaciones preocupantes. En la residencia Santa Helena de Torrent ya se han registrado cuatro fallecidos con Covid-19, con medio centenar de ancianos en aislamiento y seis hospitalizados. La Generalitat ha anunciado que tomará las riendas de todos los centros residenciales de mayores de su autonomía, públicos y privados.
Otra de las residencias que más inquietan a las autoridades es la de Tomelloso, en Ciudad Real, donde la propia consejería ha reportado siete casos mortales. Estos datos se basan en los resultados de los test practicados a alguno de los residentes fallecidos, no a todos, y en la sintomatología presentada en otros. También en Castilla-La Mancha, el geriátrico Núñez de Balboa en Albacete ha reportado siete muertos en los últimos días que habían dado positivo en coronavirus, informa Juan Vicente Muñoz-Lacuna.
El último caso conocido tiene por escenario la Fundación Privada Consorts Guasch, en la localidad barcelonesa de Capellades, donde la pandemia se habría cobrado la vida de seis ancianos y «varios» más permanecen confinados en una planta del centro, sometidos, según el patronato, a «un control médico intensivo». Se da la circunstancia de que este establecimiento se encuentra cerca de Igualada, localidad donde la población permanece confinada desde hace días por un brote de coronavirus en el hospital.
Con el fin de aumentar la protección de los mayores, el Ministerio de Sanidad ha anunciado nuevos protocolos de actuación. «Estamos ahora mismo trabajando en un procedimiento para tratar de reducir los riesgos asociados a las residencias de ancianos. Proveerlas de los recursos y mecanismos para reducir estos riesgos», reconoció ayer Fernando Simón.
«Una vez que entra el virus en una residencia es mucho más difícil combatirlo y, por lo tanto, tenemos que extremar todas las precauciones para que se produzcan los menos fallecimientos posibles», dijo el alto cargo de Sanidad. «Si el virus entra en un grupo vulnerable como éste», advirtió Simón, «el impacto es mucho mayor. Tanto la letalidad como la incidencia en grupos mayores de 80 años es muy superior a la del resto».
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