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Hay quienes eligen un deporte, otros prefieren tocar un instrumento, algunos aprender un idioma. Hay niños que cambian cada año de actividad y otros que cuadran sus horarios para hacer el máximo número de actividades extraescolares posibles.
Todos ellos están de enhorabuena este curso. Las ... actividades extraescolares vuelven a formar parte del horario de todos ellos tras la aprobación del protocolo por parte de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León. Desde que en marzo de 2020 se suspendieran las clases por la llegada del coronavirus y hasta el último trimestre del curso pasado, cuando se comenzaron a retomar algunas de ellas, los escolares de Burgos (y del resto de la región) no habían podido volver a sus extraescolares en sus centros educativos.
Un problema que agrava, además, el problema de la conciliación familiar, al que se enfrentan los padres cada día. Sin embargo, este curso las actividades extraescolares volverán, no solo a las pistas deportivas, sino también a las aulas. Así lo explica Ana Isabel Obregón, la portavoz de la asociación de empresas de servicios de actividades extraescolares (ASAECYL) en Burgos.
«Estamos muy contentos con la colaboración con Educación de la Junta porque en la elaboración del protocolo nos han escuchado mucho», asegura. Un protocolo sencillo en el que hay poco lugar para la improvisación.
En cada centro existirá un responsable de actividades extraescolares que mantendrá contacto directo con el responsable covid del mismo. Ellos serán quienes velen por la planificación de las extraescolares y quienes aseguren que se lleven a cabo respetando lo establecido en el protocolo. También quienes pongan en marcha el mecanismo de avisos en caso de que se produzca un contagio.
«Las diferencias respecto a otros años es que en infantil y primero de primaria hay que respetar sus grupos burbuja de clase. Es cierto que pueden estar en el mismo espacio niños de infantil y de primero de primaria, pero tiene que estar cada burbuja separada a una distancia de seguridad con respecto al resto de burbujas», explica Ana Isabel.
El resto de grupos deberán mantenerse constantes mientras dure la actividad para minimizar los contactos y facilitar la trazabilidad y lo harán en el mismo aula con mascarilla y distancia. Por lo demás, las actividades se desarrollarán con las medidas básicas anti covid que se han establecido en los colegios: ventilación, mascarilla y distancia de seguridad.
Esas son las tres cosas más importantes. «No existe un número máximo de niños porque viene limitado por el espacio donde hagas la actividad para poder garantizar la distancia. Normalmente las actividades las hacemos en aulas de los colegios y ahí entran unos 25 niños y nosotros tenemos como máximo 15 en las extraescolares... Siempre vamos a ser menos de la mitad que en la clase», afirma Ana Isabel.
Las actividades deportivas se recomiendan que sean al aire libre siempre que se pueda, pero no siempre es posible. En ellas el límite de participantes se amplía hasta los 30 si se realizan en exteriores. Según el protocolo: «Para la práctica de las actividades deportivas colectivas será obligatorio del uso de mascarilla. El material deportivo de uso comunitario deberá ser desinfectado de forma regular. En la medida de lo posible se minimizará el uso de los vestuarios».
Ana Isabel asegura que desde la asociación se ha «trabajado mucho» para poder hacer este año las actividades «de manera segura». «Nosotros somos los primeros interesados en que vaya todo bien y poder continuar, no queremos crear ningún trastorno a los colegios», afirma.
Y en los colegios es donde se están encontrando algunos inconvenientes debido a la interpretación de estas normas: «No todos los colegios hacen la misma interpretación del protocolo. Hay colegios que hacen una interpretación demasiado restrictiva e interpretan que las burbujas no pueden estar en el mismo espacio, y no es así, las burbujas pueden compartir espacio, lo que no pueden es mezclarse. Es la misma situación que se ha dado todo este curso en el comedor, lo único que tenemos que hacer es garantizar que haya una distancia entre esas burbujas».
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Los colegios que hacen esa interpretación tan restrictiva pueden conseguir el efecto contrario, y es que conseguir que un grupo de extraescolares esté formado por niños de una única clase es «muy complicado». «Creo que no tienen que preocuparse de eso, porque va a funcionar igual que en el comedor, se van a respetar las distancias en las burbujas y vamos a tener una trazabilidad que va a hacer que no haya ningún problema», repite Ana Isabel.
La portavoz burgalesa asegura que están «contentos, ilusionados y con ganas de que las familias pierdan el miedo». «Creo que se ha demostrado el curso pasado que los colegios son lugares seguros y las actividades extraescolares son una extensión del colegio». finaliza.
El curso comienza mañana, para las extraescolares todavía que un poco más. Pero cuando el otoño asome por la puerta y octubre llegue al calendario los más pequeños podrán volver a reencontrarse con sus actividades favoritas cuando el timbre indique que las clases han acabado.
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