Sanidad no administrará la dosis de refuerzo ya a todos los adultos

Estos principios, resaltó Darias, pasan por sumar en varias etapas a los diferentes colectivos etarios para que reciban la tercera dosis. Hasta el momento, la estrategia española ha funcionado, incidió la ministra, y por eso, ahora no se va a cambiar el plan establecido. «España va a seguir incorporando nuevos grupos cuando lo proponga la Ponencia de Vacunas y lo apruebe la Comisión de Salud Pública», reiteró.

«La dosis de refuerzo», recordó Darias, «se administró primero en las residencias y a las personas vulnerables. Después, a los mayores de 70 años y ayer (por el martes) se aprobó para los mayores de 60». «Lo fundamental es vacunar con la tercera dosis a estos colectivos, que representan a 16 millones de personas y son los que más riesgos padecen ante la covid-19, antes de Navidad, una época en la que aumentarán la movilidad y los contactos», subrayó Darias, que reconoció que los índices de tercera dosis son por ahora insuficientes. Según explicó, solo el 50% de los mayores de 70 años ha recibido el refuerzo y apenas al 14% de los que se vacunaron con Janssen se les ha inoculado, en su caso, la segunda dosis.

Horas antes de la comparecencia de Darias tras el Consejo Interterritorial de Salud, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) había pedido a los países europeos que consideren la posibilidad de administrar una tercera dosis a todos los adultos de más de 18 años, «con prioridad para la población mayor de 40». Según este organismo, el pinchazo extra, que se aconseja «por la reducción de la inmunidad» de las vacunas con el tiempo, «podría potencialmente reducir la transmisión» de la covid-19 y «prevenir hospitalizaciones y muertes adicionales». Esta tercera dosis se recomienda seis meses después de la segunda.

La preocupación en el centro europeo ha aumentado en las últimas semanas, en consonancia con el aumento de casos en toda Europa, que está viviendo una dramática cuarta ola (España está en la sexta), principalmente en Alemania, Austria, Grecia, Rumanía y Bulgaria. La directora del ECDC, Andrea Ammon, advirtió este miércoles de que existe el riesgo de que la incidencia sea «muy alta» en diciembre y enero «a menos que se apliquen urgentemente medidas de salud pública». «Los recientes escenarios de modelización realizados por el ECDC indican que la carga potencial de la enfermedad en Europa por la variante Delta será muy alta en diciembre y enero, a menos que se apliquen ahora medidas de salud pública en combinación con esfuerzos continuos para aumentar la aceptación de la vacuna en la población total», apuntó Ammon.

Extender la vacunación en Europa, sobre todo entre los mayores, los vulnerables y los trabajadores de salud pública, resulta primordial para atajar el virus, según el ECDC. En la UE, la población que dispone ya de la pauta completa se sitúa en menos del 70% (90% en España). «Los países con bajas tasas de vacunación están en un riesgo alto», avisó la directora de la agencia europea, que reclamó mantener también las «medidas no farmacológicas» (mascarilla, distancia e higiene de manos) «como parte de la rutina diaria» de los ciudadanos.

En la misma línea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó en su cuenta de Twitter que «el refuerzo debe estar disponible para todos los adultos, con prioridad para los mayores de 40 años y la población vulnerable. ¡Y sigamos con distancia y mascarilla!». «Está claro que debemos intensificar la vacunación para controlar la pandemia», ha resaltado Von der Leyen.