Denuncian que las mujeres de Burgos tengan que ir a abortar hasta Salamanca

María José Pereda, portavoz de la plataforma, recuerda que en Burgos las mujeres han estado yendo a Valladolid para que se les practicase un aborto quirúrgico. Salvo en Miranda, en el resto de la provincia los médicos han ejercido su derecho a la objeción de conciencia, lo que ha obligado a Sanidad a concertar con clínicas privadas los abortos, para garantizar a la mujer su derecho a la interrupción del embarazo.

Con el cambio en la jefatura de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Burgos, la situación ha cambiado. El HUBU ya practica abortos farmacológicos pero todavía no quirúrgicos, pues está en fase de organización. De este modo, la Gerencia de Área ha sacado un nuevo contrato para este tipo de procedimientos, y se ha adjudicado a una clínica de Salamanca.

Así, las mujeres tendrán que recorrer los 242 kilómetros que separan la ciudad del Tormes de Burgos, apunta Pereda, «añadiendo mayor sufrimiento» por lo que supone volver tras una intervención quirúrgica. Además, en el caso de mujeres más vulnerables, que puedan carecer de vehículo privado, tendrán que ir y volver en transporte público, en un viaje de casi cuatro años.

Desde la Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos denuncian esta «doble penalización de la mujer», recordando que la decisión de abortar no es fácil en ninguno de los casos. Siempre se carga sobre las mujeres, un sufrimiento añadido, pues todo aborto es un embarazo no deseado, iniste Pereda. Sacyl debería tratar de facilitar la situación y aliviarla, en lugar de agravar ese sufrimiento.

María José Pereda reconoce que la mayor parte de los abortos son farmacológicos, por lo que se realizan ya en el HUBU. Sin embargo, siempre existirán los abortos quirúrgicos y, auque el objetivo es que se puedan asumir por recursos propios del hospital de Burgos, mientras no sea así, Sacyl debería de tener en cuenta el coste personal que suponen para las mujeres a la hora de contratar el servicio privado.