El entrenador andaluz Antonio Sevillano. Foto cedida

Objetivo: volver a Wuhan

Antonio Sevillano y Óliver Casado, ambos entrenadores, son dos de las 21 personas que permanecen en cuarentena en el hospital Gómez Ulla

Sábado, 1 de febrero 2020, 14:15

Después de permanecer una década en la cantera del Real Betis, a Antonio Sevillano le llegó una oferta exótica y muy apetecible: viajar hasta la ciudad de Wuhan para trabajar con la cantera del Shangwen Wuhan Three Towns. Unos 700 chicos a las órdenes de ... un grupo de entrenadores chinos y españoles en un proyecto de fútbol formativo dirigido por la empresa barcelonesa Nama Sports. «Quiero volver a Wuhan. No me gusta dejar las cosas a medias», señala este técnico de Sevilla «y del Betis» desde la planta 17 del hospital Gómez Ulla. Su compañero en el club y entrenador de porteros, Óliver Cuadrado, afirma lo mismo. «Es un proyecto precioso», añade.

Publicidad

Antonio y Óliver son dos de los 19 españoles (más una china y un polaco casados con nacionales) que fueron repatriados desde la ciudad china, epicentro de la epidemia del coronavirus 2019-nCoV, el pasado jueves. Llegaron ayer a España tras más de treinta horas de periplo. Salir de sus casas, llegar al punto de encuentro, controles exhaustivos de las autoridades chinas antes de poder embarcar, horas de hastío y luego vuelo hasta el Reino Unido de más de doce horas. Más revisiones en la escala británica y viaje hasta Madrid. Otra vez vigilancia y a las 20:30 horas del viernes, ingreso en el hospital Gómez Ulla. «Al menos ya no llevamos las máscaras», confiesa Óliver. «Son bastante molestas, sobre todo tanto tiempo», señala.

Todavía sufren los efectos del 'jet lag', pero se encuentran de muy buen humor y «optimistas». Después de desayunar y que los profesionales sanitarios les tomasen la temperatura -todos están perfectamente- han empezado a organizarse. «Podemos movernos por toda la planta con las restricciones lógicas», indica Óliver, madrileño de 42 años. Han mantenido una primera reunión formativa y les han dado los datos de sus familiares a los responsables del hospital para organizar las visitas, que estarán controladas.

Óliver Cuadrado, durante un entrenamiento en Wuhan. Foto cedida

Se hablará con las familias para fijar día y hora durante los catorce días que dura la cuarentena. Este sábado comenzaron las primeras y anheladas visitas, que serán muy cortas: dos personas por paciente y durante veinte minutos. El horario, restringido: de 12 a 14:00 horas y de 16 a 19:00 horas. «Yo lo tengo más fácil porque soy de aquí. Pero hay gente de Vigo, Barcelona, Sevilla...», explica el entrenador de porteros. La familia de Antonio, por ejemplo, llegará el domingo cuando compren los billetes del AVE y «se organicen en casa».

Todos los entrenadores españoles abandonaron el club. Atrás se quedaron los compañeros chinos y sus traductores, con los que mantienen el contacto para ver la evolución de la pandemia. Una enfermedad que vivieron con preocupación, pero también con tranquilidad. «Nosotros vivíamos en una zona residencial. Cuando comenzó la cuarentena, lo primero que se notó es la reducción del tráfico», narra Óliver. Con el paso de los días, aumentó la preocupación, aunque ellos siguieron «todas las recomendaciones» del Gobierno chino. Se quedaron en casa. Cerrada a cal y canto. «Eran medidas de seguridad muy serias, que aumentaron con la celebración del Año Nuevo chino», añade Antonio, agradecido por el trabajo conjunto de las embajadas británica y española para sacarlos de China.

Publicidad

¿Y ahora qué? Ambos, futboleros, tienen claro qué hacer el fin de semana. Y hay derbi madrileño. «He jugado doce años en el Real Madrid», afirma Óliver para dejar claro con qué equipo irá en el partido que se disputa en el Santiago Bernabéu. Antonio verá a su Betis. Tienen también juegos de mesa y cartas. Es el primer día de una cuarentena que esperan pasar «sin novedades». «Estamos todos sanos», recalca Antonio.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad