Consejos para prevenir intoxicaciones con la calefacción este invierno en Burgos

Estos combustibles vegetales que derivan en intoxicaciones suelen ser carbón, leña y cisco. En menor medida también se han dado casos por combustión de 'pellets'. El peligro radica en que el monóxido es imperceptible porque es transparente y carece de olor.

Como consecuencia, el único modo de detectarlo es por los sintómas que provoca. Estos son mareos, vómito, dolor progresivo de cabeza, náuseas, desorientación, hormigueos, dolor general y desvanecimientos.

Sin embargo, los sensores son útiles para detectar la presencia de gas de forma rápida. La Junta recomienda su instalación en la vivienda por la efectividad de esta medida preventiva.

El principal consejo es mantener ventilado el lugar donde esté la calefacción para evitar que el gas se concentre. Por ejemplo, se puede dejar la puerta abierta o una rendija de la ventana con el fin de que circule aire puro, lo cual es clave para una correcta combustión.

Asimismo, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio recomienda que este tipo de calefación no se coloque en los dormitorios.

También es importante que nunca se taponen los respiraderos ni las rendijas de la casa, una acción totalmente desaconsejada que los castellano y leoneses hacen de manera frecuente, sobre todo, cuando hace mucho viento.

Respecto a las instalaciones de gas, es imprescindible comprobar que los equipos están instalados de forma correcta y que superan las revisiones periódicas de un profesional. Asimismo, el color de la llama determina si su funcionamiento es óptimo, ya que la combustión es mejor cuando es azul.

Otros aparatos peligrosos son los equipos portátiles tales como hornillos o barbacoas cuando están encendidos dentro de espacios cerrados. Del mismo modo, es aconsejable revisar los conductos de ventilación y las chimeneas, en especial, antes de la temporada de frío y tras las nevadas.

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