Sanidad reconoce que podría tardar cuatro meses en atajar la epidemia

También preocupa en Sanidad, aunque no de la misma manera, el incremento de positivos en Euskadi, la segunda comunidad más golpeada, donde en las últimas horas se ha computado el mayor número de contagios en un día, aunque la inmensa mayoría, a diferencia de Madrid, relacionados con brotes conocidos y que están intentado ser controlados de la provincia de Álava.

Los fallecidos alcanzan hoy en todo el país los 52 casos, mientras 126 personas siguen en la UCI y se han notificado 183 curaciones. La expansión del virus, confirman los últimos datos, está siendo cada vez menos homogénea ya que el 78% de los contagios localizados se reparte entre solo cuatro comunidades: Madrid (1.024) País Vasco (261), La Rioja (185) y Cataluña (156), según los datos de esta mañana que ya han sido desfasados por las cifras de las comunidades.

Les siguen: 96 casos en Andalucía 71 en Castilla-La Mancha, 76 en la Comunidad Valenciana, 71 en Castilla y León, 46 en Navarra, 49 en Aragón, 39 en Galicia, 36 en Asturias, 33 casos en las Islas Canarias, 17 en Murcia, 16 en Baleares, 12 en Cantabria y diez en Extremadura.

Con el panorama de esta semana, mucho más gris que el de hace unos días, el Ministerio de Sanidad, prepara ya al país para una batalla que se presenta larga.  El director del Centro de Coordinación y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, por primera vez, ha hablado de horizontes temporales, pero para situarlos más lejos de que lo pensaba el imaginario popular y advertir de que las medidas para atajar la epidemia de coronavirus podrían alargarse hasta cuatro meses. O sea, hasta inicio de julio, si la cosa no va del todo bien.

Los expertos de Sanidad trabajan, no obstante, con la esperanza de poder recortar estos plazos. Es más, confían, en el escenario más optimista, haber podido cortar la transmisión en dos meses. Ese momento será -ha explicado Simón- cuando el último paciente dé negativo en dos ocasiones y desde ahí contar hasta dos periodos de incubación (1 mes en total) para asegurar el fin de la transmisión del Covid-19. «La epidemia podría estar controlada como mínimo en uno o dos meses en el mejor de los escenarios. Tres o cuatro en el peor», ha insistido.

El máximo responsable de la lucha contra el COVID-19 ha dejado su habitual optimismo a un lado para avisar a la población de que no puede esperar resultados milagrosos a corto plazo a pesar de la suspensión de clases en las zonas más afectadas, las prohibiciones de actos de multitudinario o las restricciones en los viajes.

De hecho, los resultados de las primeras medidas no serán visibles –ha detallado el jefe de Emergencias- hasta al menos 9 ó 10 días, cuando se espera que empiece a reducir el ritmo de los contagios si efectivamente los planes de choque puestos en marcha tienen efecto.

Y mientras, la epidemia sigue extendiéndose en España, pero las estadísticas de las últimas demuestran que es, sobre todo, por el peso de los casos de la Comunidad de Madrid, donde el coronavirus sigue expandiéndose sin aparente freno. No ocurre así en otras comunidades donde el aumento de casos no está siendo exponencial.

La transmisión del COVID-19 en Madrid sigue siendo «comunitaria y descontrolada», reconocen los expertos. La región registra ya 1.024 contagios según el último recuento oficial. En tan solo 24 horas, la comunidad ha contabilizado en 24 horas 242 nuevos casos, o lo que es lo mismo diez nuevos infectados cada hora.

También han aumentado de manera importante el número de fallecidos hasta los 31 casos, el 66 % de todos los muertos por coronavirus del país. Hay 102 personas en las UCI de Madrid, el 82% de los enfermos que han tenido que ser ingresados en estas unidades en España.

La situación es peliaguda pero no solo por alto número de infecciones, sino porque se desconoce cómo está moviéndose el virus, según todas las fuentes consultadas. El temido «contagio comunitario», o sea la transmisión interna entre los propios vecinos, es una realidad, admiten desde el Ministerio de Sanidad y desde la Comunidad de Madrid.

El foco primigenio de Torrejón de Ardoz, aquel que se vinculó en un primero momento con un grupo evangelista, se ha extendido ya por otros grandes núcleos cercanos como la propia ciudad de Madrid o Alcalá de Henares. Otro brote, el de Valdemoro, irrumpió en esta gran población de Madrid a través de un centro de día para mayores, pero se ha extendido por todo el núcleo. En otras poblaciones de más de 100.000 habitantes como Leganés se han localizado igualmente casos de origen desconocido, que abunda por colegios y residencias de ancianos de la capital de España.

La Comunidad de Madrid, incapaz de controlar la epidemia, vive hoy su primer día en el denominado 'escenario de contención reforzada', cuya medida más evidente en la suspensión de clases para 1,5 millones de alumnos de todos los niveles.

La ciudad, donde residen más de tres de los seis millones de la región, vive hoy enuna suerte de estado de semicuarentena , con calles desiertas y unos niveles de tráfico que recuerdan a los de un mes de verano. Sanidad descarta por el momento el cierre de la región, pero planea con fuerza en el ánimo de todos que esta medida está cada vez más cerca.

Aunque el comercio en la capital está mayoritariamente abierto, excepto los tradicionales bazares chinos, la afluencia de clientes es muy escasa, excepto en los supermercados y farmacias. No obstante las compras compulsivas, los supermercados de la ciudad estaban perfectamente abastecidos a primera hora de la mañana.