El centro de Autismo Burgos trabaja con 52 familias como punto esencial del desarrollo del niño

Autismo comenzó a desarrollar el programa BB Miradas, de detección e intervención del autismo en edades muy tempranas, y esto aumentó la demanda de servicios para la asociación. Por ello, comenzaron las gestiones para lograr esto, un nuevo edificio donde poder atender adecuadamente a los niños con trastorno del espectro autista (TEA). En este centro trabajan cuatro profesionales y su labor se desempeña con un modelo de intervención que parte de entender a la familia como el núcleo central de desarrollo del niño. Está destinado a la atención de los bebés y familias del programa BB Miradas.

«El centro nació de una idea: aprovechar el conocimiento para que todas las personas mejoren su calidad de vida. Decidimos empezar a trabajar con bebés porque era algo que ya se estaba haciendo en otras partes del mundo», explica Simona Palacios, presidenta de Autismo Burgos. «Lo fundamental de este programa es que se empieza a trabajar desde muy pronto con los bebés. Si se empieza desde muy pronto el impacto del autismo es menor a todos los niveles», recuerda Palacios.

En el tiempo que lleva funcionando el programa BBMiradas en Autismo Burgos han atendido a 282 niños. De estos, 100 han pasado a intervención y actualmente tienen 70 diagnósticos. El centro que hoy se ha inaugurado lleva tiempo funcionando y hacen uso del mismo 18 niños de menos de tres años y 34 de entre tres y seis años.

Asimismo, hay 52 familias atendidas por cuatro profesionales. Porque este programa trabaja con las familias, tanto en el centro, como ellas en casa o en pequeños grupos. Este nuevo centro atiende a los niños con TEA, pero, sobre todo, a las familias. El programa ha derivado a esta dinámica de intervenir con la familia, que son los que más van a convivir con el niño con TEA. «Se enseña a las familias a conocer a sus hijos, qué características tienen, cómo se les puede apoyar, se les enseña cómo comunicarse con sus hijos y a trabajar con ellos. Se atiende a bebés a partir de los nueve meses», explica Palacios. Y reconoce también que les costó «mucho» aprender a trabajar con las familias.

Son los padres y familiares los que más oportunidades de estimulación en entornos naturales pueden ofrecer a los niños, por lo que su formación, atención y apoyo constituye el foco de atención de la intervención. Simona Palacios ha resaltado también que el aumento en la incidencia del autismo y el impacto que supone una intervención especializada en edades tempranas hace necesario aumentar los recursos destinados a la intervención de los más pequeños y sus familias.

A partir del primer año de funcionamiento de Autismo Burgos ya empezaron a formarse con programas que trabajaban con familias. A partir del tercer año ya estaban haciendo intervención con las familias. «No es lo mismo trabajar con bebés que hacerlo con familias», reconoce Palacios. Trabajar con las familias significa entrenar a estas para que sean ellas las que trabajan con los bebés. «Tiene cierto grado de dificultad y no todas las familias son iguales, pero está yendo muy bien y responden perfectamente», reconoce la presidenta de Autismo Burgos.

Autismo Burgos es un recurso muy importante en una provincia como Burgos. BBMiradas es un programa que se realiza en más países, pero no está generalizado y es pionero de Autismo Burgos a nivel nacional. Es más, hay cuatro entidades en España que han recibido formación de Autismo Burgos y están empezando con el programa y otras siete que están pendientes de hacerlo cuando tengan las dotaciones y la formación.

Aunque hay demanda para la atención a niños de otras provincias, Palacios reconoce que no pueden asumirlo porque no tienen capacidad ni recursos para hacerlo. Aún así, «el programa va muy bien, los resultados son mejores de lo esperado y el programa se extiende a otras partes de España. Realmente es un apoyo enorme para los niños y las familias poder empezar tan pronto», apunta Palacios.

Autismo Burgos resalta la importancia de trabajar en red para la detección y el tratamiento de personas con TEA. Además, de trabajar con otras entidades, empresas y asociaciones de Burgos también cuentan con su apoyo. El primero, el del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), desde donde se derivan con u diagnóstico y detección temprana.