Un café para llevar, por favor

A la espera de que Burgos pase a la fase 1 y las reuniones puedan celebrarse en las terrazas de los establecimientos, muchos de ellos han comenzado a retomar la actividad ofreciendo café para llevar en barras improvisadas en el la puerta de entrada que impide el acceso a la cafetería o restaurante.

Así, este lunes, muchas calles volvían a oler a café. Muchas personas volvían a sujetar entre sus manos un vaso y los saludos y los «qué bueno volver a verte» han sido la banda sonora de la jornada.

En la Plaza Mayor, bajo los soportales, el Casino ha comenzado a dispensar estos cafés. «Tenemos comida para llevar, con la carta en la puerta, que es lo que nos dejan», cuentan desde su cocina. Estas comidas por encargo han hecho que se «aproveche la situación para meter en el lote los cafés para llevar».

En el Bar La Radio Javier Ortega también ha decidido abrir para ofrecer café para llevar. Lo hizo ya el martes de la semana pasada. «Estamos dando unos pocos cafés para llevar», cuenta mientras la cafetera se escucha de fondo. «La gente tenía ya ganas, no son muchos, pero si servimos 30 o 40 cafés diarios eso que vamos sacando», afirma. Además, intenta animar esos cafés con alguna ración rápida para llevar: «Alguna croqueta, rabas o tortilla de patata, más no tengo y todo para llevar».

Donde la alegría ha vuelto a convertirse en protagonista ha sido en el Bar Acuarium, donde David González se mostraba «muy sorprendido» por la acogida que ha tenido la reapertura del establecimiento.

«Está viniendo bastante gente para lo que me esperaba. Movimos la apertura por Redes Sociales y ha tenido buena aceptación», explica. Sin embargo, la situación no tiene nada que ver con la normalidad que antes conocíamos. «Solo trabajo yo en lugar de los cuatro que somos habitualmente y el café es para llevar, pero ver a la gente, volver a ver caras distintas a las que hemos visto en estos dos meses es agradable. Al final los clientes son como una familia, son amigos, es mucha alegría», asegura mientras se intuye una sonrisa detrás de la mascarilla.

El futuro sigue siendo «incierto», pero muestra «esperanza» por ir pasando de fase y que «no haya un repunte». En Acuarium los cafés para llevar se han convertido en la estrella de la jornada, pero también se pueden encargar tortillas y bocadillos para paliar las ganas de volver a reencontrarnos en torno a una mesa.

Hasta entonces, la ciudad vuelve a oler a café y los bares y cafeterías vuelven a escuchar eso de «un café para llevar, por favor».