Burgaleses a cuentagotas en la vuelta de la vacunación con AstraZeneca

Y aprovechó la ocasión, porque tras un ligero pinchazo y el correspondiente tiempo de espera, emprendió el camino de vuelta a su hogar con otra duda diferente a la que traía. «Lo que sí que me han dicho es que no saben si me tendrán que poner la segunda dosis al superar la covid. Pero para eso hay tiempo», abandona Ibáñez el Divino Valles con el alivio que regala un trámite cumplido.

Casualidades de la vida, Fernando se cruzó con otro hombre en el umbral de la puerta automática que también había superado la covid, aunque en esta ocasión ya habían transcurrido seis meses. Iba con las mismas inquietudes que Fernando y halló la misma respuesta, una vacunación exprés y a esperar la segunda dosis, si es que fuera necesaria.

Estos han sido dos ejemplos de personas de la cosecha del 56 que se han acercado esta mañana al Divino Valles tras retomar Burgos la vacunación con AstraZeneca. Estaban citados tan solo los de 65 años, lo que propició que las personas se acercaran a cuentagotas, pues la vacunación masiva de esa quinta se inició el pasado fin de semana en el Coliseum.

Así que la palabra que ha definido la vuelta de AstraZeneca a la provincia fue la de «tranquilidad», porque todos los burgaleses que se acercaron hasta el Divino Valles prácticamente ni mencionaban nada del esperpento de los últimos días. «No se me ha instalado el miedo en el cuerpo, lo que pasa que el fin de semana estaba cuidando al suegro y no pude acercarme al Coliseum. Si tuviera miedo, no estaba aquí», afirmaba Carlos López tras ser vacunado.

Y entre gente que no pudo acercarse el pasado sábado al llamamiento masivo y ciudadanos que iban para solventar dudas se fue pasando la mañana en el Divino Valles. Hasta alguno de la quinta de 1957 se acercó para ver si le vacunaban, pero los de ese año tienen cita a partir del sábado en el templo del Hereda San Pablo.